«Javier Fernández, en línea con lo que ha sido su mandato, afronta sus últimos meses de vida política con la realeza y con el Arzobispado en Covadonga, mientras que nosotros entendemos que hay una Asturias real a la que se debe poner voz y futuro», afirmó Daniel Ripa, quien advirtió de que «estamos en una situación en la que Asturias se muere. Es un tópico decirlo un 8 de setiembre, pero es verdad, porque se ha bloqueado durante años su construcción». Frente a eso, «hemos puesto muchas cosas encima de la mesa este año, Podemos ha sido palanca para que los gobiernos empiecen a impulsar políticas de verdad».

Así las cosas, considera que «más pronto que tarde llegará el cambio estatal, pero la primera meta está en 2019, con un cambio autonómico que es una urgencia para Asturias, porque ya no tiene tiempo». Reclamó «una Asturias que ponga en primera línea los derechos lingüísticos, donde el asturiano sea oficial, y una Asturias que necesita luchar contra la emigración, crear un futuro para los jóvenes con planes de vivienda, con planes de empleo, con medidas que reduzcan las tasas universitarias, que podrían llegar a ser gratuitas si hubiera voluntad del Gobierno».

Nuria Rodríguez, por su parte, señaló que «dentro de todos estos cambios que hemos ido produciendo a nivel autonómico vamos a seguir insistiendo en la defensa de la gratuidad de las escuelas de cero a tres años. Ese periodo infantil no es un periodo más, en él se dan aprendizajes significativos. Muchísimos estudios sostienen que si ciertos aprendizajes no se producen en esa época habrá muchas más dificultades, e incluso algunos de ellos no se llegarían a producir a medida que las niñas y los niños van creciendo». La edil gijonesa añadió que la gratuidad y universalidad del ciclo de cero a tres «se trata no sólo de una demanda que está en la calle, que reclama la ciudadanía, sino que hablamos también de avanzar hacia un modelo diferente, un modelo educativo distinto, mucho más próximo a los modelos de formación que tienen otros países de Europa y que harían salir a Asturies de este encallamiento en el que llevamos viviendo treinta años». Agregó que «hablamos de una apuesta por la tierra, hablamos de que la educación sea uno de los ejes centrales para que Asturies no muera, y nos extraña que el PSOE insista en negarle a la ciudadanía está reivindicación».

Nuria Rodríguez advirtió de que «la ciudadanía, que sabe distinguir las palabras de los hechos, va a poder contemplar en los próximos meses, en los próximos debates, cuáles son los hechos y las palabras del PSOE y cuáles los de Podemos». En su opinión, «es evidente que la FSA tiene que dejar de esconderse en lo antiguo, en lo caduco, y entender que hay un nuevo viento, que hay nueva gente, que hay nuevas posibilidades de hacer política, que hay nuevas formas de entender el futuro y que eso viene, única y exclusivamente, de la mano de Podemos».

Íñigo Errejón comenzó diciendo que «estoy acompañando un inicio de curso de los compañeros y compañeras de Podemos Asturies. Tenía que ser aquí precisamente, porque es donde tuvimos nuestro primer acto cuando iniciamos la experiencia de Podemos. Ha pasado tiempo y no somos un fenómeno tan desconocido, sino que formamos parte de la vida cotidiana, de las transformaciones cotidianas en muchas ciudades y comunidades autónomas». Recordó que «en el escenario nacional hemos sido capaces de expulsar al Partido Popular de la indecencia y de la desvergüenza del Gobierno y estamos siendo capaces de empujar hacia medidas que comiencen a restablecer una parte de los derechos para toda la ciudadanía que se erosionaron durante los años de la crisis, los años de los regalos para los de arriba y los golpes y los maltratos para los de abajo».

El congresista madrileño anunció que éste que empieza «tiene que ser el curso, va a ser el curso, y precisamente en Asturies, que es donde hemos tenido siempre un impulso especial, de convertirnos en fuerza de Gobierno». Del Ejecutivo de Pedro Sánchez afirmó que «es como una bicicleta, su estabilidad depende de que avance. Desde el lado conservador no va a recibir nada más que crispación, porque Albert Rivera y Pablo Casado estén embarcados en una especie de pugna para ver a quién es más ultra, para ver quién incendia más la convivencia. Por tanto, sólo queda la cooperación entre fuerzas progresistas. Ya echamos al PP, ahora hay que echar su obra».

En cuanto a la situación específica de Asturies, Íñigo Errejón dijo que «no entiendo que el PSOE asturiano esté en una posición más inmovilista o de mucha más dificultad para llegar a acuerdos de lo que está el Gobierno nacional. Estoy convencido de que incluso a sus votantes les gustaría lo contrario».