Desde allí, denunciaron la inmatriculación del santuario de Santa Cristina de L.lena y otros muchos bienes por parte de la Iglesia Católica y exigieron su devolución

Susana Hevia: «los ayuntamientos se tienen que implicar activamente en conocer los bienes exentos de IBI que hay en cada municipio porque es el paso previo para tomar acuerdos a favor de sus derechos. No se trata de una cuestión religiosa, sino de defensa del patrimonio público.

Sigue siendo necesario exigir el listado de todos los bienes inmatriculados, declarar la nulidad de los inscritos por la sola palabra del obispo desde 1978 por inconstitucionalidad sobrevenida y reformar la legislación patrimonial del Estado para dejar claro cuáles son los bienes religiosos que deberían ser inventariados como públicos por su extraordinario valor histórico y cultural, como es este caso y como ocurre en el resto de Europa. Hay que recuperar nuestro patrimonio público y pedir la devolución de los bienes inmatriculados por la Iglesia».

Para Rafa Palacios «es un escándalo jurídico y económico el de les inmatriculaciones por parte de la Iglesia de bienes que son públicos. En este caso, Santa Cristina de L.lena fue inmatriculada por la Iglesia Católica en el mes de enero de 2010 y está bien claro que bienes del prerrománico asturiano, bienes que son propiedad de los asturianos y de las asturianas, que es patrimonio de la humanidad, que son bienes que tenemos que cuidar, es un escándalo que, sin aportar cédula de propiedad ni demostrar el dominio ni demostrar la propiedad, haya inmatriculado la Iglesia Católica más de 100.000 bienes en todo el Estado español. Es un escándalo de dimensiones enormes.

Estamos pidiendo la devolución inmediata. Exigimos al Gobierno de Asturies y a los gobiernos municipales que luchen y que defiendan el patrimonio de todas y de todos. En breve estaremos discutiendo una Proposición No de Ley con este tema porque necesitamos que el Gobierno de Asturies se implique y exija notas registrales para conocer cuáles son y cuántos son los bienes inmatriculados en Asturies, que son muchos y los desconocemos desde 1948».