Possunt quia posse videntur
SOBRE ERRORES “MONUMENTALES”, y nunca mejor dicho…
Ahí tienen una hermosa “semeya” de ese Monumento Histórico Artístico, Bien de interés cultural o como esas catalogaciones administrativas quieran denominarlo, “fabaraca” tou ello como se dice por aquí, ya que las prerrogativas que esas rimbombantes catalogaciones debieran concederle no son más que otorgamientos de cara a la galería sin materialización real alguna posible, ya saben lo que eso significa…
Y de error “Monumental” hablo, porque ese “supuesto”, ahora, Bien de Interés Cultural y todo eso, jamás debió pasar a manos particulares, jamás…
Pero la ignorancia de unos y el babayismo y servilismo de otros - algo muy común por estos lares - hizo en su día la fechoría y no hay más que hablar, y lo malo no es eso, no, lo malo es que en lo que a esta cuestión se refiere la actual dinámica sigue siendo la misma y por idénticos motivos.
Fue en su día residencia del Inquisidor General del Oriente de Asturias y Casa Señorial del Coto Jurisdiccional de Carrandi – con representación en la Junta General del Principado - y como saben fue el último territorio en incorporarse al Concejo actual, algo que no sucedió hasta hace cuatro días 1.827, (1.820 en teoría), tras la definitiva desaparición de los Señoríos Jurisdiccionales.
Partió de una torre medieval que pertenecía a la Mitra Ovetense hasta que Felipe II, lo vendió a Gonzalo Ruiz de Junco y el edificio se fue ampliando. Está confirmada por Carlos IV a favor de D. Antonio Vicente Bernaldo de Quirós en 1790
Fue edificado sobre el solar de la antigua casa del linaje de Quirós – Ya saben aquello de “Después de Dios La Casa de Quirós” por Doña Josefa Ruiz de Junco y Alonso de Villabona, esposa de D. Tomás Francisco Bernaldo de Quirós Benavides y Medrano - Miranda, señora de la villa de Carrandi y palacio de Gobiendes en el concejo de Colunga, del coto de Caín de Valdeón, de la torre y casas de Junco de la parroquia de San Esteban de Leces (Ribadesella) y del palacio de Villabona en la parroquia de Villardeveyo (Llanera).
Perteneció a la Iglesia y Obispo de Oviedo, como ya se ha indicado desde principios del siglo X, en que el Rey astur – leonés Ordoño II dona a estos el Monasterio de Santiago de Gobiendes, el “Castellum de Obalia” y el territorio que habría de conformar dicho coto, como refiere el Libro de los Testamentos,Cartulario del siglo XII, conservado en la Catedral de Oviedo.
En 1579 Felipe II, con Bula del Papa Gregorio XIII, desmembra el Coto y lo incorpora a su Corona y Real Patrimonio, vendiéndolo un año después a D. Gonzalo Ruiz de Junco, Alférez Mayor del concejo de Colunga, Mayorazgo y Sr. de la Casa de Junco, en San Esteban de Leces, Ribadesella.
Ejercieron la Iglesia y el Obispo de Oviedo y también el nuevo señor la "Jurisdicción civil y criminal alta y baxa mero mixto imperio, en primera y segunda instancia, con las rentas de penas de cámara y las demás rentas, pechos y derechos anexos a dicha jurisdicción, señorío y vasallaje de dicha villa y sus términos y con el derecho a “Elexir, nombrar y poner Alcaldes Maior y Ordinarios y de la Hermandad, Regidores, Escribanos, Alguaciles, Guardas y otros Oficiales del Concejo, necesarios para usar y ejercer la jurisdicción…, y para el ejercicio de la justicia, horca, picota, cuchillo, cárcel, cepo e acote”.
El Coto y villa de Carrandi comprendía además territorios ahora del municipio de Caravia y de la parroquia de Libardón, por lo que debe entenderse una zona más amplia que la actual feligresía que comprende más o menos los lugares de: Ablaneu, Ablanucau, Argamosu, La Braña, Brañalagata, Buscabritu, Cases del Mar, Canciu, Cerezaleu, El Cosellar, El Cubilón, Fontecha, La Cuesta, La Era, La LLinar,Imar,La Moruca, La Venta, Les Pedroses, El Plano, Prau Grande, Prunaleu y Robledal.
De la venta a un particular en los años 60 y de las “gloriosas” circunstancias que la adornaron está al cabo de la calle todo el mundo, aunque lo nieguen como Judas, y en fin, bueno, pues ahora que está en el Infierno ya – El particular, digo, que pájaros de semejante calaña en el Cielo no hay ninguno, porque los malos no van al cielo, eso de todos es sabido - pues no sería mal momento para paliar esa tragicómica situación y buscar la mejor manera posible para revertir una situación esperpéntica que jamás hubiera debido producirse – En definitiva, reintegrar a los poderes Públicos un Patrimonio que les pertenece – aunque bueno, estando comprometidos los Presupuestos kkulturales en gloriosos proyectos de mayor calado – ondevaparar - tales como, Memorias Histéricas , Políticas de Género (siempre del mismo género, claro), Músicas Rockeras Farloperas, Teatrillos de progres baratos y demás cuentacuentos al uso, refugio y supervivencia de apesebrados varios, imagino que para estas cosas no quedará un duro, claro.
(El duro era una cosa que había antes de eso del Euro, que los vieyos lo sabemos pero los jóvenes ya no)
¡Pues eso…!
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