En este sentido, reclamó al Gobierno Local que escuche a los arquitectos que se han posicionado en contra de los planes municipales y que se estudien las diferentes alternativas al derribo. Además, lamentó la escasa sensibilidad que con estas actuaciones está mostrando el Gobierno Local hacia el patrimonio arquitectónico de la ciudad y les recordó la obligación que tienen de velar por la conservación del patrimonio cultural y arquitectónico, “por lo que el derribo siempre tiene que ser la última opción cuando se actúe en un edificio singular, y especialmente cuando estamos hablando de un edificio que es de titularidad municipal”.

“Parece increíble que se quiera borrar de un plumazo parte de la historia del barrio de Ceares al eliminar un elemento esencial para poder entender e interpretar no solo la concepción urbanística sino también la idiosincrasia de esos barrios obreros construidos a las afueras del núcleo urbano”, señaló instando además a que este edificio vuelva a tener un uso público y esté a disposición de los vecinos y colectivos del barrio, “recuperando así el uso que siempre ha tenido”

Por último, se lamentó lo que a su juicio es una doble vara de medir, “aquí se pretende optar directamente por el derribo mientras se dificultan intervenciones en inmuebles privados de menor valor arquitectónico, algo que no parece tener demasiado sentido”.

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