El Ministerio responde a Gaspar Llamazares que los cortes de los carriles fueron por la aparición de una dolina, muy frecuente en el Oriente.

Fomento exigirá responsabilidades a la empresa del tramo Pendueles-La Franca de la Autovía del Cantábrico por los hundimientos que mantuvieron cortados los carriles durante el mes de febrero. Esta es la respuesta que ofrece el Gobierno de Rajoy a las preguntas por escrito realizadas por el diputado
asturiano Gaspar Llamazares, que reclamaba explicaciones sobre las causas de las numerosas deficiencias registradas en el último tramo inaugurado de la autovía del Cantábrico, apenas seis meses después de su inauguración. “De acuerdo con lo que dispone la normativa legal, se exigirán las responsabilidades en que incurra la empresa constructora”, sostiene en la respuesta por escrito.

Fomento también indica que los cortes acaecidos en febrero se corresponden con la aparición de una disolución cárstica (dolina), que es muy frecuente en el Oriente asturiano, debido a la existencia de numerosas cavidades de tipo cárstico, dada la naturaleza caliza y las condiciones climáticas.

El diputado asturiano y candidato de IU  a la presidencia de Asturias también preguntó por las medidas que se han tomado para subsanar estas deficiencias e impedir que se produzcan otras incidencias en el futuro. En esta última cuestión, el Ministerio responde que “las incidencias que ocurren en las obras, y en general en la red viaria, se subsanan con las medidas técnicas adecuadas a los problemas que van surgiendo”.

Llamazares registró estas preguntas en marzo de este año para denunciar además de las deficiencias que mantuvieron cortado el segundo de los carriles del sentido Santander entre el túnel de Santiuste y Buelna, pocos días después de haber hecho lo mismo con el primero, las deficiencias en el puente que cruza el río Cabra, en sentido Oviedo, donde existe un socavón en el punto en el que esta estructura conecta con la caja de la A-8. En la pregunta también se recuerdan los argayos que se registran en el entorno de la autovía, que los vecinos de Buelna han contabilizado en más de una decena, al igual que en la ladera de Villasola.