Cristina Coto: “Reiteramos nuestro apoyo a Monroe, el ejemplo más admirable que conozco en Asturias de defensa inteligente de los intereses de los trabajadores”

“Existe una unidad sin fisuras de toda la plantilla de trabajadores en torno a los fines más nobles de conservación de los puestos de trabajo amenazados”

“Los líderes sindicales de la empresa han logrado el apoyo total de la sociedad gijonesa identificada con los fines de defensa de un patrimonio común que se intentaba expoliar, y cuentan con el respaldo de las instituciones gijonesas y de los partidos asturianos, cimentado en argumentos empresariales incuestionables”

La presidenta de FORO, Cristina Coto, tras asistir esta mañana en el Pabellón central de la Feria de Muestras de Asturias a la presentación del libro “La Monroe no se cierra”, ha reiterado “nuestro apoyo a Monroe, antigua Tenneco, el ejemplo más admirable que conozco en Asturias de defensa inteligente de los intereses de los trabajadores”, dijo en alusión a la problemática laboral que generó la multinacional cuya factoría asturiana estaba encargada de la fabricación de amortiguadores y que ahora es propiedad de Quantum Capital Partners desde el pasado abril.

Cristina Coto considera que esa defensa de los intereses de los trabajadores de la empresa “se ha hecho mediante el desarrollo paralelo de tres grandes ejes de acción impecablemente diseñados y dirigidos por los líderes sindicales de Tenneco. Existe una unidad sin fisuras de toda la plantilla de trabajadores en torno a los fines más nobles de conservación de los puestos de trabajo amenazados -expone la presidenta de FORO-, y los líderes sindicales de la empresa han logrado el apoyo total de la sociedad gijonesa identificada con los fines de defensa de un patrimonio común que se intentaba expoliar, y cuentan con el respaldo de las instituciones gijonesas y de los partidos asturianos, cimentado en argumentos empresariales incuestionables”, añade.

“Lo que había ocurrido con Tenneco Gijón al pretender cerrar la factoría no era una decisión que se pudiera justificar, ni por razones económicas de pérdidas contables, ni por razones de tipo laboral para mejorar la eficiencia organizativa. Lo que ocurría con la empresa Tenneco Gijón era un caso insólito e inédito de expolio tecnológico a una empresa que, durante 40 años -primero como Bulnes y luego como Armstrong- había creado el patrimonio de su propia tecnología en Asturias y que afortunadamente ahora tiene un futuro en otras manos. Es un ejemplo admirable a seguir”, concluyó.