Desde nuestro punto de vista, escaparía de la lógica que alguien no se sumara a esta reclamación, porque quienes así actuaran deberían considerar seriamente si desde su representación política están sirviendo realmente a los intereses de la ciudadanía de nuestra comunidad autónoma. Seguir legitimando, por acción o por omisión, esta sanción económica sangrante y constante que para todos nuestros bolsillos supone el peaje de la autopista asturleonesa resultaría muy difícil de entender.

La liberación del peaje del Huerna es una deuda pendiente con Asturies, que sufre día a día los efectos de un flagrante aislamiento en materia de comunicaciones por tierra, mar y aire. Se corre, además, el riesgo de que el Ejecutivo central se sienta tentado, por intereses electoralistas o por la búsqueda de ciertas alianzas políticas territoriales, a renovar aquella concepción caduca e injusta de la ‘España de dos velocidades’; baste como ejemplo que mientras el Ministerio de Fomento se compromete a acelerar el Corredor del Mediterráneo de alta velocidad ferroviaria se olvida de actuaciones y de infraestructuras que resultan de vital importancia para otros territorios, como es el caso de Asturies y del Noroeste ibérico.

A nadie se le escapa que la conectividad es un factor determinante para el progreso de nuestra comunidad autónoma. Es por eso por lo que hacemos un llamamiento a todas las fuerzas políticas asturianas para que dejemos de lado nuestras diferencias ideológicas y defendamos una posición común y unitaria en un asunto que ha de ser motivo de consenso.