S inceramente, no entiendo nada. Soy alcalde de un concejo pequeño, de algo más de 500 habitantes, y cada día que pasa me cuesta más entender las decisiones que toman quienes nos gobiernan. Cada decisión que toman nuestros gobernantes resulta más inexplicable que la anterior, salvo que tengan como objetivo acabar con el mundo rural, expulsar a nuestros ganaderos y agricultores, y evitar que las nuevas generaciones tengan la ilusión de seguir viviendo en nuestros pueblos y trabajando en el sector primario.