El empeño de un hombre en que Lastres tuviera un gran puerto.

Se publica esto en memoria  de D. Juan Antonio Suárez Victorero y Robledo ( en adelante Suárez Robledo) y para todos los vecinos de nuestro concejo, en particular los de Lastres, que pudieran desconocer algunos acontecimientos, relacionados con el pueblo de Lastres que tuvieron lugar en el pasado, como los que aquí se van a comentar.

En la mitad del siglo XIX diversas controversias habidas, hacen aparecer como valedor de Lastres a D. Juan Antonio Suárez Robledo. Debemos reconocer los nacidos en la parroquia de Lastres ( Lastres y Luces) que, sin desmerecer lo que otras personas hayan hecho o hacen en favor de nuestra parroquia, debiera ocupar un lugar destacado Juan Antonio Suárez Robledo y, sin embargo, que yo sepa  no existe en Lastres calle, ni plaza alguna, dedicada en su honor y memoria.

En 1846 se publican los proyectos industriales de Asturias dando toda la importancia y exclusividad, en lo tocante a puertos marítimos, al puerto de Gijón y con el consiguiente menoscabo de los demás puertos de la costa asturiana.
“A Lastres vienen y van, dice Juan Antonio, ingenieros que ni dos horas pasan en el pueblo para ver las obras que deben realizarse, ni se toman la molestia de escuchar a los vecinos verdaderos conocedores de la bahía, de la dársena y de todo el litoral. Al despedirse todo son elogios y promesas de grandes informes que nunca se hacen realidad. … El muelle de Lastres reúne todas las circunstancias que le hacen preferible a todos los demás puertos de la costa asturiana, PORQUE :
- carece de barra.
- su entrada se toma fácilmente con todos los vientos, tiempos y mareas.
- es el salvavidas, y lo fue siempre, de los pescadores de la costa.
- posee  muy cerca una concha de espera que estos marineros llaman el Poso, donde en bajamar con días tormentosos, se sostienen las lanchas moviéndose tan mansamente como se mecen las gaviotas y los ánades sobre las ondas de un mar agitadísimo.
- esta concha, de bastante fondo, a poco costo podría constituir la parte principal del actual muelle, convirtiéndole en muelle mojado de mucha capacidad, y en emporio de navegación y comercio, donde podrían concurrir todas las naciones del mundo.
- tiene la gran bahía capaz de abrigar doscientos buques de alto bordo. “

De esta manera, no exenta de alguna licencia poética, pedía publicación de su comunicado a los redactores del ASTURIANO (periódico)  el 30 de marzo de 1851 cansado de la exclusividad  para Gijón (Juan Antonio entendía  las exclusividades como fuente de muchos males) y del abandono de los demás puertos, y consciente de intereses contrarios  a Lastres, pues  el ASTURIANO  había abanderado la denuncia contra el abandono en que estaban nuestros puertos en un artículo publicado el 3 de diciembre de 1850, pero después cerraron la boca herméticamente plegándose a otros intereses.
Ya en el ESPECTADOR de 25 de agosto de 1847 había publicado Juan Antonio un artículo apologético del puerto de Lastres; pero esto ya os lo contaré en  posterior ocasión.

D. Juan Antonio Suárez Victorero y Robledo nació en Lastres en 1774 y murió en Oviedo en 1857. Coronel de Infantería. Socio de la muy noble y muy ilustrada Sociedad Económica de Oviedo.

La fuente de esta información procede de los escritos que poseía el Padre Patac en su Biblioteca Asturiana la cual legó al Ayuntamiento de Gijón. También están publicados en el libro “ El puerto de Gijón y otros puertos asturianos” Tomo I, Luis Adaro. Gijón 1976