Cientos de personas se congregaron este domingo, 15 de Abril, en la Iglesia Santa María de Sábada de Lastres para acompañar y arropar a D. Andrés en la Misa dominical

Los hechos son los hechos y los resultados están ahí, una intención de renuncia el pasado domingo de Semana Santa por el hartazgo del párroco con la situación en la que tiene que desarrollar su Ministerio y labor pastoral.

Estas cosas son muy desagradables para todos pero tocó dar un paso adelante y una gran parte de Lastres lo dio. No pedían nada ni se iba contra nadie, se apoya al cura en su labor y quien se sienta aludido es su problema, máxime si lleva tiempo atacando y acusando de odio, rencor y envidia a quienes quieren vivir en paz en su pueblo y desarrollar sus actividades lúdicas, sociales y religiosas sin que nadie tenga que decirles qué deben hacer, cómo y cuándo, ni a ellos ni al párroco, y menos escudándose en colectivos de gente que es su amiga o vecina y con quienes nada les ha pasado y en nada les han faltado.

A las doce de la mañana la Iglesia estaba a rebosar, como se esperaba, pese al temporal de frío y nieve, arropando a D.Andrés. Gentes de Lastres, Carrandi, Lué, Sales,  Pernús, Colunga y   otras venidas de Oviedo, Gijón, Pola de Siero, Pravia, Lieres, VIllaviciosa...   llenaban todo el aforo e, incluso, la entrada de la Iglesia.

Arropando con su presencia representantes municipales de todos los partidos a título personal. También uno de los grandes apoyos de D.Andrés, representando la unidad de la iglesia colunguesa, D. Gaspar, párroco de Colunga.

D. Andrés recibió una gran ovación cuando salió al altar, encabezando los aplausos el numeroso colectivo de jóvenes de la Parroquia a los gritos de "¡No te vayas!".

La Misa transcurrió con normalidad, pero con un componente sentimental no visto nunca antes, tanto en el sacerdote como en los feligreses, y antes de la bendición, D. Andrés habló de paz, de concordia y unidad, pidió perdón si a alguien hubiese faltado sin ser consciente y agradeció la unión de los vecinos por arroparle y animarle.

Emocionado agradeció las muestras de apoyo recibidas por parte del Arcipreste, el Vicario y el mismo Arzobispo recién llegado de Jaca.

Anunció su compromiso por siempre con esta villa y puerto al que quedará anclado para siempre, hasta que "el Patrón le destinase a otros puertos". Por ello, y en agradecimiento, donó a la Parroquia Santa María de Sábada y al pueblo de Lastres, la casulla con la que se ordenó sacerdote en Mayo de 1999, bordada en oro, realizada a mano por las Monjas Clarisas de Villaviciosa y que fue costeada por sus padres y tíos.

Al despojarse de la misma y depositarla ante la Virgen del Buen Suceso fue rápidamente investido con otra casulla de manos de su amigo y párroco de Colunga D. Gaspar, a quien agradeció su apoyo y calor, en medio de un gran abrazo y ante la sonora ovación de los asistentes.

Al finalizar la Misa fie obsequiado por los Jóvenes de la Iglesia con unos pequeños regalos, entre ellos una caja de bombones que prometió compartir con ellos en "su Casa", refiriéndose a la Casa Rectoral que hace tiempo puso a su disposición para lugar de encuentro de los jóvenes de la Parroquia, Casa Rectoral a la que se había referido en su discurso anterior como "lugar de encuentro sano y cristiano de los jóvenes y no a un Lupanar de Meretrices o un gran hermano"-destacó.

Esta web le hizo entrega de un dossier con los numerosos comentarios, mensajes y correos de apoyo llegados estos últimos días.

Nuevamente un fuerte aplauso y decenas de abrazos de los múltiples feligreses presentes. A su salida de la iglesia se encontró con los jóvenes que le esperaban portando pancartas y cartulinas de apoyo y que volvían a cantarle "¡No te vayas!" y "¡Tú sí que vales!". Jóvenes que ya habían sido representados por un chico y una chica antes de comenzar la Misa junto a un grupo de adultos que atendieron a la prensa, sin ningún tipo de portavoz y dejando bien claro que estaban en representación de un colectivo mucho más amplio constituido en plataforma para apoyo de D. Andrés. Este colectivo, del que ya forman parte más de treinta personas, pensaba recoger firmas, pero por respeto al acto decidieron posponerlo.

Más abrazos y lágrimas en los ojos de todos los presentes, especialmente, cuando el párroco se abrazó a su madre a la que tantas veces hemos visto salir angustiada de la Iglesia por la tristeza de su hijo.

Hoy ha sido un día muy triste para todos, a pesar de la multitudinaria respuesta.

Siguen llegando adhesiones y mensajes de apoyo, y animamos a que sigan enviándonoslos pues se le entragarán a D. Andrés, como ya hicimos con los primeros, que le fueron entregados en el homenaje, como mostró el reportaje de la TPA.