El Programa de Detección Precoz del Cáncer de Mama, que consiste en la realización de un estudio mamográfico bienal a las mujeres de 50 a 69 años, ha permitido diagnosticar 600 cánceres de mama al año en Asturias y ha conseguido incrementar la supervivencia de las afectadas hasta un 80% de los casos a los 5 años del diagnóstico y de más del 60% a los 10 años.

Coincidiendo con el Día Mundial contra el Cáncer de Mama, que se celebra mañana, Sanidad subraya que un plan bien estructurado, con medición de resultados e indicadores y con garantías de calidad en el diagnóstico, tratamiento y seguimiento es la medida más eficaz para la detección temprana de la enfermedad. Además, Salud Pública recomienda a todas las mujeres hábitos saludables como mantener un peso adecuado, evitar el consumo excesivo de alcohol, realizar ejercicio físico y alimentarse equilibradamente para prevenir el cáncer de mama, el tumor maligno más frecuente y la primera causa de muerte entre las mujeres.

Desde el inicio del programa de cribado poblacional en Asturias, el número de casos se ha mantenido estable, mientras que la mortalidad ha descendido un 17% entre 1994 y 2006, en la población general, y un 25% en las mujeres menores de 65 años. Esta tendencia es lineal en todo el periodo estudiado, por lo que no es posible asociarla al efecto del cribado exclusivamente, sino a la mejora de la atención sanitaria a las mujeres con cáncer de mama.

Los cambios que se han producido en las últimas décadas en el patrón reproductivo de las mujeres, con un retraso en la edad del primer embarazo y una disminución del número de hijos, pueden justificar estas cifras. No obstante, tanto el Principado como la media de España se encuentran a la cola de Europa en el número de casos. Mantener la lactancia materna es uno de los factores de protección frente al cáncer de mama.

 

El Programa de Detección Precoz empezó en el Hospital Monte Naranco en 1991 y se generalizó a toda la población en el año 2000. Además, con el objetivo de garantizar la accesibilidad, existe un dispositivo en cada una de las ocho áreas sanitarias. Siguiendo las recomendaciones basadas en la evidencia científica, Sanidad invita al año aproximadamente a unas 65.000 mujeres de 50 a 69 años, a las que se convoca mediante carta a la realización de una mamografía con carácter bienal.

Alrededor del 1,5% de todas las mujeres que participan, entre 800 y 900 al año, vuelven a ser llamadas para realizar otras pruebas y, de ellas, entre 250 y 300 son sometidas a exploraciones de carácter invasivo, de las que en la mitad de los casos resulta un diagnóstico de cáncer. Anualmente se diagnostican gracias al programa entre 150 y 170 casos al año, lo que supone tres positivos por cada 1.000 mujeres cribadas.

En relación con el tamaño de los tumores, entre un 60 y un 70% son detectados en fases tempranas. Comparando estos datos con los correspondientes a los tumores detectados en las mujeres de la misma edad que no participan en el programa, se observa que participar aumenta en un 27% las probabilidades de que el tumor sea detectado en fases más tempranas y no tenga afectación ganglionar en el momento del diagnóstico.

Sanidad insiste en la importancia de que aquellas mujeres con antecedentes de cáncer familiar se lo comuniquen a su médico de familia para que, ante la sospecha por parte del facultativo de un posible síndrome de predisposición hereditaria a la enfermedad, la paciente sea derivada para su evaluación a la unidad de cáncer familiar del Sespa.