Hace unos días informábamos de la muerte de una señora de Madrid en las proximidades de la pista polideportiva de Lastres. Destacabamos el malestar de los vecinos por la tardanza en llegar de la UVI Móvil, que no del ambulancia y el médico de guradia del concejo que fueron los primeros en presentarse. Algo falla en la atención de urgencias médicas, a muchos niveles, y que debe de ser subsanado para evitar males mayores, luego será tarde.

Llega el verano y el concejo de Colunga multiplicará por diez su población residente y de paso, entre vecinos, familiares de vacaciones, segundas residencias y turistas diarios.

Un médico de guardia para Colunga y Caravia es INSUFICIENTE, máxime si tienen que atender urgencias dejando totalmente desasistidos a los usuarios del concejo. Con respecto a la UVI Móvil hay para escribir un libro de desaguisados, pero eso es harina de otro costal.

Este fin de semana ha habido una situación especial por el rally, y la primera en la frente......caos. A uno le ha tocado tener que andar de médicos y hospitales y tuvo ocasión de conocer una rocambolesca historia acaecida en la madrugada de este sábado para domingo.

Presume la elitista organización de la Federación Asturiana de Automovilismo de organización y bla, bla, bla, pero Sr. Pibe, la Federación da la justa medida de lo que son muchos organismos públicos y deportivos en la actualidad: puuritita fachada y marketing.

Del 112 tan publicitado en prensa y programas vamos a correr un tupido velo, al igual que Guardia Civil, Protección Civil y demás.

Todo se conjuró este fin de semana y dió la justa medida de su capacidad operativa tan cacareada.

Resulta que el 112 alerta al servicio médico de guardia de nuestro concejo de un accidente grave en el Fito durante la noche del sábado, a las 00:20 horas para ser más exactos. Ambulancia, ATS y médico salen pitando para allá. Al llegar arriba se encuentran con que no hay ningún accidente. 112 insiste en la urgencia pero el equipo médico trasladado no da con el accidente. Les informan que es a 5 Km de la llegada de la subida automovilística, pero allí  no hay nadie. Después de varias comprobaciones informan que es a 5 Km de la salida, cerca de Cofiño, o sea en Parres.

Cuando el ambullancia llega allí se encuentra un ambiente hostil, lleno de chavalería acampada que les recibe entre gritos y abucheos. El herido grave tan sólo presenta un corte en un pie. Deciden trasladarle al Hospital de Arriondas. Solicitan ayuda de la Guardia Civil y de Protección Civil, pero no aparecen por ningún sitio. ¿Una prueba automovilística tan importante y tan bien organizada y ofrece este triste espectáculo?.

Recapitulando nos encontramos con el equipo médico de guardia de Colunga  actuando en el concejo de Parres  por desconocimiento geográfico del 112 y por que no se aclaran en este servicio de emergencias sobre dónde hbía ocurido el accidente, y que no son  capaces de coordinar a los servicios de Protección civil y Guardia civil ante un supuesto hecho grave. Para más guasa el herido grave no lo es tanto. La tardanza en llegar a otro concejo motivada por la mala información del 112 repercute en el equipo de asistencia médica que es abucheado e insultado; incluso varios jóvenes tratan de bajar en el ambulancia hasta Arriondas acompañando a su amigo en un acto de falta total de respeto hacia los sanitarios que se ven obligados a exijirles que no suban al ambulancia.

Proteción Civil y Guardia Ciivil no aprecen por ninguna parte y menos la UVI Móvil que o bien no es avisada por el 112 o no quieren que venga , a pesar de confirmar reiterdamente la urgencia.

Mientras tanto Colunga y Caravia totalmente faltos de asistencia sanitaria de urgencia. ¿Qué más podía pasar? Pues lo más gordo estaba aún por llegar. Al trasladar al herido, no tan grave como a priori informaron, al Hospital de Arriondas, el ambulancia se encontró con una población totalmente tomada por jóvenes y menos jóvenes que invadían la calzada  divirtiéndose, como se suele decir ahora, con unas cuantas copitas de más, al más puro estilo Piragües. El ambulancia hizo sonar su sirena para solicitar paso, al tiempo que hacía las correspondientes señales luminosas. Lejos de apartarse, todos aquellos simpáticos aficionados al Fitu, comenzaron a insidiar e increpar  a los viajeros del ambulancia y a zarandearla y darle patadas. Incluso uno arrancó una señal, temiéndose que la hiciese impactar sobre la luna delantera. No había Protección civil, no había Guardia Civil...no había educación, sobraba bebida.

A duras penas consiguieron zafarse de esta manada de energúmenos, alguno de los cuales al día siguente estarán en su trabajo del Banco sin levantar los ojos de la mesa, o en el áula de alguna Facultad o poniendo ladrillos en una obra. Seguro que muchos de ellos buenos trabajadores, buenos hijos, buenos chicos...pero es que la noche..... les confunde.

A la 1,30 de la madrugada emprendía camino de regreso para Colunga nuestro equipo de asistencia sanitaria de guardia, suponemos que un poco decepcionados de la condición humana de algunos de sus conciudadanos....y mientras tanto. los contribuyentes colungueses expuestos a morirse en un accidente de tráfico o a un infarto por falta de asistencia... y por la desorganización tan grande que existe en el Servicio de Salud del Principado con la atención sanitaria en los fines de semana, al menos en Colunga.