Los datos recogidos por las cinco estaciones de medición pertenecientes a la red de control del Principado constatan la importante mejora continuada del aire en Gijón, particularmente desde la entrada en vigor del plan de calidad, que incluye medidas como la intensificación de las labores de vigilancia y control.

En concreto, en la estación de La Argentina, en la que tradicionalmente se registran incumplimientos, los datos disponibles de los primeros diez meses del año, en comparación con el mismo período de 2014, ponen de manifiesto que la concentración media de partículas se redujo un 23’5%. Esta media se sitúa en 26 microgramos por m3, muy por debajo de los 40 que la ley contempla. Además, el número de días en que se superaron los límites legales pasó de 35 a 14, lo que supone un descenso del 58% en relación con el año pasado. Teniendo en cuenta que el número de días que permite la ley es de 35, todo apunta a que en 2015 se cumplirán holgadamente las exigencias normativas.

En relación con el control de la contaminación proveniente de la actividad industrial, solo en lo que va de año, el Gobierno de Asturias, a través de la Dirección General de Prevención y Control, ha inspeccionado la actividad de 22 instalaciones que operan en el área de Gijón, bien con autorización ambiental integrada o al considerarlas actividades potencialmente contaminantes de la atmósfera. Como resultado de esta labor inspectora, a la que se destinan 12 profesionales entre oficiales y técnicos, se han impuesto multas por importe de 300.000 euros.

 

Por otra parte, la Consejería de Medio Ambiente desmiente tajantemente la información divulgada ayer por la Coordinadora Ecologista, según la cual el benceno “se disparó el domingo y superó seis veces el máximo legal” en Avilés. Esta afirmación es rigurosamente falsa, ya que la normativa no recoge ningún valor límite horario o diario por concentración de benceno. Las afecciones a la salud del benceno están asociadas a exposiciones a largo plazo, por lo que la normativa establece exclusivamente un límite para la concentración media anual de esta sustancia, de tal manera que esta media no supere 5 microgramos por metro cúbico de aire. Decir, por tanto, que se incumple la normativa cuando en algunos días o en algunas horas se supera el valor medio anual es incierto y tendencioso, ya que precisamente en el establecimiento de un límite para la media anual la norma prevé que puedan existir superaciones horarias o diarias de ese tope, siempre que se compensen con periodos con menores concentraciones.

La realidad es que la concentración media de benceno en la zona de Llaranes, donde la Coordinadora Ecologista situaba el episodio de contaminación, se sitúa, en lo que va de año, en 2,49 microgramos por m3 de aire, lo que supone que la concentración media de benceno en este periodo es dos veces inferior al límite para la concentración media anual, por lo que con seguridad, y como todos los años, se cumplirá sin mayor problema la normativa estatal y europea para la protección de la salud.