El consejero de Industria, Empleo y Promoción Económica, Enrique Fernández, la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, y los representantes de los ayuntamientos concernidos, articulados a través de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), han firmado hoy los protocolos de actuación para impulsar los convenios de transición justa en el Suroccidente, la cuenca del Caudal y el valle del Nalón.

Los protocolos suscritos entre representantes de la Administración del Estado, del Principado y de los entes locales establecen el procedimiento y la metodología para elaborar los convenios de transición justa. Su objetivo es, además, reflejar el compromiso expreso adquirido por las diferentes administraciones.

La elaboración de los convenios requiere de un análisis diferenciado por zonas de las necesidades, iniciativas y proyectos específicos, por lo que estos protocolos refrendan el entendimiento y acuerdo inicial entre las administraciones sobre la manera de proceder.

Según ha explicado la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, desde el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) se está trabajando con los diferentes actores para la identificación de proyectos e iniciativas que reactiven las zonas asturianas afectadas por la transición energética. “Para el Gobierno, buscar soluciones para acompañar a Asturias en el proceso de descarbonización es una prioridad”, ha subrayado.

Aagesen ha incidido en que “la firma del protocolo de actuación formaliza un compromiso común de las administraciones implicadas para llamar a la participación de organizaciones empresariales y sindicales y de todos los agentes sociales”. “La participación dotará de un valor inestimable a los convenios, cuya firma se producirá al final del proceso, y ofrecerán una radiografía precisa de la viabilidad ambiental, social y económica de las alternativas, porque se trata de elegir las mejores propuestas para el desarrollo de empleo sostenible en las zonas”, ha agregado.

Por su parte, para el consejero Enrique Fernández, "los tres protocolos suscritos ponen de manifiesto que pese a la compleja situación actual, derivada de la pandemia por coronavirus COVID-19, las tres administraciones seguimos trabajando en el diseño de los convenios para su puesta en marcha a la mayor brevedad posible y, de esta manera, dar respuesta a las necesidades de los municipios mineros”. “Se trata, sin duda, de un buen ejemplo de colaboración administrativa y de puesta en común de ideas y de propuestas, teniendo en cuenta además que Asturias es la primera comunidad en suscribir estos protocolos", ha destacado.

En febrero de 2019, el Gobierno central presentó el Marco Estratégico de Energía y Clima, enfocado a facilitar la descarbonización y la modernización de la economía hacia un modelo sostenible y competitivo que contribuya a poner freno al cambio climático. La Estrategia de Transición Justa, que se integra en este marco, parte del reconocimiento de los impactos negativos que, en el corto plazo, la descarbonización de la economía está produciendo en determinados territorios, con cierres de empresas vinculadas al carbón, y la necesidad de optimizar los resultados de la transición energética en términos de empleo.

En este contexto, para apoyar a las personas y territorios afectados, la estrategia articula la puesta en marcha de los convenios de transición justa con el fin de ayudar a crear un nuevo tejido productivo en las zonas en transición y cuyo motor será la participación abierta y transparente de los agentes implicados.

En el caso de Asturias, los convenios definirán actuaciones en 16 municipios vinculados a la minería del carbón y afectados por el cierre de centrales térmicas: en el suroccidente (Tineo, Cangas del Narcea, Ibias y Degaña), en el Caudal (Aller, Lena, Mieres, Morcín, Ribera de Arriba y Riosa) y en el Nalón (Langreo, Laviana, San Martín del Rey Aurelio, Sobrescobio, Caso y Bimenes).

Las actuaciones previstas para el Suroccidente se proponen mitigar los impactos de los cierres de la central térmica de Soto de la Barca y de las explotaciones mineras de la zona. Por su parte, las del valle del Nalón y del valle del Caudal están concebidas para paliar los efectos de los cierres de la térmica de Lada y de la minería en los concejos afectados.

A la espera de concretar los proyectos, las iniciativas girarán en torno a la rehabilitación de zonas mineras degradadas, el aprovechamiento de activos mineros y el fomento de iniciativas empresariales de desarrollo. El objetivo es doble: por un lado, regenerar territorios degradados por la actividad minera; por otro, generar actividad económica alternativa y promover la recolocación de excedentes de la minería del carbón.

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