El Servicio de Emergencias del Principado prevé un nuevo aumento de los rescates de personas durante el verano

El Grupo de Rescate del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (Sepa) prevé que este verano se produzca un nuevo aumento de los rescates de personas similar al que se registró durante la campaña estival del pasado año, en la que se realizaron 194 intervenciones frente a las 159 del 2019, un 22% más.

El último verano, el Sepa intervino en 13 rastreos y 99 rescates, fundamentalmente en montaña, siete accidentes y 34 traslados para la asistencia primaria a víctimas, lo que supone la mayor cifra de operaciones de los últimos años. En los seis primeros meses de este año, ya intervino en 50 rescates, 26 rastreos en montaña y 153 operaciones con el helicóptero medicalizado.

Este grupo cuenta con dos pilotos, cinco médicos y ocho bomberos rescatadores. En un rescate ordinario, lo habitual es que acuda un equipo formado por piloto, médico y dos bomberos especializados. En el ámbito específico de rescates, el grupo está formado para la intervención en montaña, medio acuático y espeleología.

Tiene una capacidad de respuesta inmediata y un tiempo de salida hacia el incidente de cinco minutos. En menos de otros 10, el grupo llega al 36% de las intervenciones y en menos de media hora, al 89%. El helicóptero medicalizado está permanentemente disponible todo el año. El tiempo total invertido en cada intervención de rescate, como media, es de 1 hora y 20 minutos.

Uno de sus mejores valores es la rápida llegada y actuación en el lugar, incluyendo la asistencia sanitaria in situ, estabilizando e inmovilizando al accidentado y trasladándolo directamente al hospital correspondiente.

Los bomberos rescatadores cuentan con formación sanitaria y el médico tiene capacidad técnica para participar en este tipo de actuaciones. Todo el equipo puede participar en la atención sanitaria si la situación de la víctima lo requiere, del mismo modo que el profesional sanitario también puede colaborar activamente en la operación de rescate. Por ejemplo, si la intervención de rescate es en la pared de una montaña donde hay un escalador herido, la primera asistencia sanitaria se presta en la misma pared.

La atención médica es integral y continua desde el momento en el que se llega al lugar y hasta el traslado de la persona hasta el hospital de referencia. Este método de intervención permite reducir las consecuencias de las lesiones y mejorar los tiempos de recuperación de los heridos.

La aeronave está dotada con desfibrilador, respirador, aspirador, pulsioxímetro, material de intubación, férulas de inmovilización, camillas o colchón de vacío. Esta medicalización, tanto del equipo como del helicóptero, como el hecho de ser la única aeronave de estas características en Asturias, hace que el aspecto sanitario se convierta en la segunda causa de movilización: traslados y asistencias primarias a víctimas, traslados interhospitalarios, traslados de enfermos o pacientes y asistencia a víctimas.

Prepararse para un posible aumento en este tipo de intervenciones a través de una mejor coordinación con los grupos de Rescate Especial de Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil ha sido el principal objetivo de la reunión que han mantenido esta mañana la consejera de Presidencia, Rita Camblor y la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa. Camblor ha reiterado la necesidad de mejorar la coordinación entre estos dos servicios debido a que el turismo en Asturias combina cada vez más playa y montaña, por lo que ha apelado a la responsabilidad y la prudencia de las personas para poder evitar estos accidentes.

En la reunión han participado también el director general de Seguridad y Estrategia Digital, Javier Fernández; el gerente del Sepa, Óscar Rodríguez, el coronel de la Guardia Civil, Francisco Javier Puerta; el responsable de la Unidad de Protección Civil, Daniel Fernández, y el teniente Pablo Villabrille, jefe de la sección de Montaña, Grupos de Rescate Especial de Intervención en Montaña (GREIM).