Por Javier Fernández, Miembro del comité ejecutivo de Otea

La celebración del Día Mundial de la Sidra es una magnífica oportunidad para que Asturias reclame el máximo protagonismo como región sidrera resaltando aquellos aspectos concretos que nos hacen únicos en todo el mundo y que están enraizados en una profunda tradición histórica. Todo ello constituye una cultura sidrera específica que está muy presente en la vida de los asturianos y con la que aspiramos a recibir el reconocimiento como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Un deseo que es más alcanzable tras la decisión del Gobierno de elegir a la cultura sidrera asturiana como candidata de España ante el organismo internacional.

Si se consigue daremos un salto cualitativo pues compromete a las autoridades a su conservación, situará nuestra gastronomía en un escaparate mundial, es un empuje para el turismo y una promoción muy relevante para nuestra región.

La sidra es una bebida que está presente en distintas regiones de distintos países, pero la elaboración y calidad unido al escanciado, la hacen única.

Por eso creemos que hoy, 3 de junio, al celebrarse el Día Mundial de la Sidra, Asturias tiene que tener un protagonismo relevante en el homenaje que se le hace a la sidra en todo el mundo.

La ciudad de Oviedo ha preparado un programa de actividades en torno a la sidra durante toda esta semana y reserva un acto institucional hoy, día Mundial de la Sidra, con el pregón de Juan Ramón Lucas y brindis con autoridades y público. Felicitamos a Oviedo por esta iniciativa.

En Asturias es indiscutible que la sidra constituye la bebida más popular y una referencia clara para quienes nos visitan. La sidra es un elemento de atractivo turístico enorme y dentro de ella, el escanciado. Es un elemento de seducción ante los turistas y es una de las imágenes más icónicas del turismo en Asturias.

Por eso, debemos insistir en la necesidad de preservar, cuidar y potenciar el escanciado que junto a otras tradiciones definen la cultura sidrera asturiana y sirven de reconocimiento y distinción ante otras sidras.

Otea ha sido muy activa para la puesta en marcha de un certificado de profesionalidad para los escanciadores de sidra y que se convierta en una categoría profesional que revierta en su prestigio, por un lado, y en sus percepciones económicas por otro. Nosotros hemos realizado nuestros deberes, y a nivel nacional ya está reconocido. Esta dignificación del escanciador requiere de forma paralela un programa de formación adecuado y asequible que garantice profesionales preparados y con amplios conocimientos en torno a la sidra, además del escanciado. El Principado tiene que incluir en sus planes de formación cursos específicos para escanciadores.

En esta línea de dignificar nuestra bebida se dirige la iniciativa desarrollada por la Consejería de Turismo del Principado de Asturias de crear una nueva marca de calidad de Asturias, la correspondientes a “Sidrerías de Asturias, Calidad Natural”, donde se reconoce el esfuerzo voluntario de los establecimientos que han decidido cuidar los detalles, que responden a la cultura tradicional del escanciado y destacan por la calidad de su oferta gastronómica, sus instalaciones y el servicio ofrecido. Otea también ha estado desde el primer momento colaborando en este proyecto de forma proactiva y ayudando a los establecimientos a adoptar las medidas para cumplir con los requisitos de la marca y superar con éxito las auditorías.