«Negar la existencia de la violencia machista es intolerable y rompe con consensos básicos en nuestra democracia. Este tipo de declaraciones vienen a constatar lo que llevamos advirtiendo durante meses, que la irrupción en la política asturiana de la extrema derecha es un hecho. Vox es un partido que representa la vuelta a las cavernas, con el que Ciudadanos y el PP no dudan en pactar gobiernos. Su único discurso es el discurso del odio y eso es peligroso para nuestra sociedad y para nuestra joven democracia.

Estas afirmaciones no tienen cabida en una sociedad como la española, que ha visto cómo 39 mujeres han sido asesinadas, víctimas de la violencia machista, en lo que va de año; más de un millar desde que hay registros, desde 2003.

     La intención de Vox de solicitar las vinculaciones políticas de los profesionales de la educación asturiana es también un planteamiento intolerable en nuestra sociedad y más propio de prácticas de otra época que seguro no les resultan ajenas. Deberían aceptar que la dictadura es pasado, que vivimos en un país en democracia en el que sus amenazas ya no tienen cabida. Asturias será un territorio libre de listas negras en el que no toleraremos la caza de brujas a las mujeres feministas, cuyo compromiso con la igualdad y la libertad tanto ha contribuido a avanzar en el papel de la mujer en nuestro país. 

     El Gobierno de Adrián Barbón será un dique frente a la involución que representa la extrema derecha. La defensa de los derechos de las mujeres y el compromiso por la igualdad está en el ADN del Ejecutivo y de nuestro partido. A Vox las urnas lo situaron en la irrelevancia política y no va a condicionar la gestión del Gobierno».