En primer lugar quiero trasladar mi agradecimiento al alcalde, por acogernos tan amablemente en su concejo, y a todas aquellas personas que han hecho posible este acto: las asociaciones de mayores de toda Asturias, las personas que representan a los centros sociales de mayores, las agrupaciones de pensionistas de los sindicatos y la Federación Asturiana de Mayores de Principado de Asturias.

Decía el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que si nuestra ambición es construir el futuro que queremos, debemos ocuparnos de la población mayor de 60 años, que se calcula llegará a los 2.000 millones en 2050, esto es, más del 20% de la población mundial.

Naciones Unidas designa el 1° de octubre Día Internacional de las Personas de Edad con el objeto de alentar a gobiernos y pueblos de todo el mundo a que aseguren la plena participación de las personas de edad en la sociedad, al tiempo que protegen sus derechos y su dignidad. Este año se conmemora el 25 aniversario del  Día Internacional de las Personas de Edad.

La celebración de este día es una excusa perfecta para poner en valor la cultura del envejecimiento activo que pretende mejorar la calidad de vida de las personas a medida que envejecen, favoreciendo sus oportunidades de desarrollo para una vida saludable, participativa y segura. Implica entender esta etapa de la vida como un ciclo más de crecimiento personal, añadiendo vida a los años y no solo años a la vida.

En este mundo que envejece tan rápidamente, las personas mayores desempeñáis un papel fundamental, transmitiéndonos vuestra experiencia y conocimientos, cuidando a vuestras familias, colaborando y participando socialmente. Como he leído recientemente, las personas mayores habéis acumulado experiencia y sabiduría de las que el conjunto de la sociedad no se puede permitir prescindir. Mantener vuestra participación activa es propio de sociedades prudentes; incorporar vuestra experiencia es propio de sociedades inteligentes y respetar la edad es propio de sociedades dignas. Hablamos, pues, de construir entre todos sociedades prudentes, inteligentes y dignas, y os puedo asegurar que desde el Gobierno de Asturias estamos comprometidos para que esto se convierta en una realidad.

Las políticas dirigidas a las personas mayores que desarrollan las instituciones públicas pretenden promover el envejecimiento activo, mantener la autonomía personal y una vida independiente en el entorno más próximo; así como apoyar a las familias de esas personas de edad. Para todo esto es esencial una red de recursos próximos a la comunidad y es fundamental la confluencia con las organizaciones sociales.

Las actuaciones que desarrolla el Principado en relación con los mayores se centran en dos grandes prioridades: la atención a las personas en situación de dependencia y la promoción de su participación social.

Somos una comunidad autónoma que cuenta con un elevado índice de envejecimiento, más del 23% de la población tiene 65 y más años. Se trata de un grupo de ciudadanos y ciudadanas importante cuantitativa y cualitativamente, ya que constituye un gran capital social.

Las personas mayores de Asturias se caracterizan, entre otras cosas, por mantener un alto nivel de participación social, que se canaliza y articula con gran frecuencia desde un recurso que es muy conocido y valorado: los centros sociales para personas mayores. El Principado dispone de una importante red de centros sociales, de dependencia autonómica y local, y un sólido y extenso tejido asociativo que también recibe el apoyo de las entidades públicas.

A lo largo de esta legislatura nos comprometemos a mantener los centros sociales de mayores y los programas comunitarios de envejecimiento activo, que facilitan la implicación de las personas mayores en proyectos culturales y educativos, también los de promoción de la salud, así como aquellos que fomentan y canalizan la participación social de los mayores, evitando situaciones de exclusión y contribuyendo a la prevención de la dependencia.

También prestaremos especial atención al envejecimiento de las zonas rurales, dando continuidad al programa Rompiendo distancias, en el que el año pasado participaron unas 7.000 personas. Hablamos de un programa que acerca servicios a la población mayor, manteniéndola en su medio, al tiempo que fomenta la participación y la relación social.

En esta misma línea, apoyaremos los 15 centros rurales de atención diurna como herramientas de ayuda a los mayores y familias que precisan mayores cuidados en territorios poco accesibles.

Pero hoy también es preciso hablar de la atención que ofrecemos a nuestros mayores.

La Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia aprobada en 2006 estableció un nuevo derecho subjetivo en materia de servicios sociales que ha supuesto un cambio profundo en nuestro sistema. Han sido años de trabajo intenso en los que Asturias ha realizado una apuesta notable en cuanto a aportación económica y dotación de personal.

Mientras que el Gobierno central ha reducido desde 2011 su aportación al sostenimiento del Sistema de Autonomía y Atención a la Dependencia, el Gobierno de Asturias ha aumentado la suya. Gracias a ese esfuerzo y al de los propios usuarios se ha podido aumentar la cobertura del sistema de dependencia hasta llegar a un gasto total de 179,2 millones el año pasado. La aportación estatal se situó en 2014 en el 14,5% del total, frente al 70,5% de la aportación del Principado de Asturias y el 15% de los propios usuarios.

La apuesta del Gobierno de Asturias por el sistema de dependencia tiene su reflejo, asimismo, en la dotación de personal, con un total de 92 empleados públicos, entre valoradores, trabajadores sociales, gestores y demás personal administrativo y de coordinación.

Según los últimos datos de gestión publicados por el Imserso, en nuestra comunidad hay registradas 16.282 personas con prestación del sistema, lo que nos sitúa por encima de la media en personas atendidas a nivel nacional, con un 73% de cobertura en Asturias frente al 63% de media nacional.

Durante los meses de julio, agosto y septiembre se han ido incorporando al sistema las 1.700 personas con grado I que ya recibían alguna prestación de la red pública de servicios sociales o las entidades locales. Esta incorporación supone para las personas dependientes, o bien mantener el sistema de copago que tenían reconocido, o bien mejorarlo.

En cuanto al resto de personas con grado I no atendidas por ningún servicio público (alrededor de 4.300) ya han comenzado a ser citadas por los equipos de servicios sociales territoriales para determinar cuál es el recurso que mejor se adapta a sus circunstancias personales y de dependencia. Recientemente se ha aprobado también un nuevo programa de refuerzo de personal, con el objetivo de que puedan recibir atención lo antes posible.

Uno de los principales instrumentos que tenemos en Asturias para la atención a las personas dependientes es el organismo autónomo Establecimientos Residenciales para Ancianos (ERA), para todas aquellas personas que por sus problemas específicos no pueden permanecer en sus hogares.

En la actualidad contamos en Asturias con 5.018 plazas residenciales que aumentaremos con otras 800, entre centros propios y puestos concertados. Debo citar aquí la Residencia de Sotiello-Moreda, que abrió sus puertas el 1 de abril de 2013 con 92 plazas. Esta legislatura pondremos a disposición de los ciudadanos las 34 pendientes.

En lo referido a la atención diurna, los centros de día constituyen apoyos imprescindibles y necesarios para que las personas mayores permanezcan en sus hogares y su entorno. El Principado dispone actualmente de 1.326 plazas, a las que sumaremos 140 más, con lo que llegaremos a las 1.466.

Por último, quisiera insistir en la importancia de vivir esta etapa de la vida como una oportunidad para compartir con todos nosotros vuestra experiencia, vuestro saber, vuestra alegría y vitalidad.

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