Comparezco en esta Comisión de Hacienda y Sector Público para exponer el presupuesto de la Consejería de Sanidad para 2019 e informar sobre la ejecución del presente ejercicio. Estamos echando el cierre de la legislatura con la presentación del último proyecto de presupuestos. Una legislatura en la que el ámbito sanitario ha estado muy presente, como suele ser tradicional en este y todos los parlamentos. Y me congratulo de ello, porque han surgido debates que han aportado valor e interés a una ciudadanía cada vez más interesada en su salud.

Si nos abstraemos del barullo, del fragor político, del interés del momento, pienso que podemos encontrar unos denominadores comunes entre los planteamientos de los distintos grupos parlamentarios y del Ejecutivo autonómico.

En el programa de Gobierno presentado en la comparecencia de comienzos de legislatura quedó definida la hoja de ruta a seguir, que afianzamos con los proyectos presupuestarios que, con diferente suerte, se sustanciaron durante estos años. En ello, este equipo directivo que me acompaña, y yo mismo, hemos realizado grandes esfuerzos y, aunque pueda estar mal que yo lo diga, ese trabajo ha sido muy fructífero, por lo que agradezco profundamente su labor al equipo directivo de la Consejería de Sanidad y del Sespa, tanto de los servicios centrales como de cada una de las áreas sanitarias.

Ya les decía el año pasado que los ejes de las principales propuestas se han centrado en una cada vez mayor apuesta por la atención primaria; en profundizar en la coordinación entre esta, la hospitalaria y la salud mental; en potenciar los trabajos en red de todos nuestros recursos y, especialmente, en lo relativo a la política de personal; en la reducción de la temporalidad en el empleo de nuestros profesionales, y en una mayor agilidad a la hora de atender los refuerzos, las sustituciones, etc, así como en la formación. Y todo esto acompañado de la mejora y renovación tecnológica y de equipamientos, impregnando cada una de estas acciones de la mayor transparencia, lo que es muy importante.

La implementación de las medidas de estas líneas estratégicas, tendrá su traslado también a la mejora de las listas de espera, otro de los temas que especialmente despertaron su interés, y por supuesto también nuestra preocupación.

Por tanto, entiendo que esa coincidencia en los puntos de partida, debería conducirnos a acuerdos en los términos de llegada, concretamente, en los presupuestos que hoy les presentamos. Espero que así sea.

Empiezo por las listas de espera. De nuevo buscaré el denominador común. Sin más valoraciones diré que como gestores nos preocupan, siempre nos preocupan. A pesar de las mejoras que demuestran los números, hace unos meses expuse en el Parlamento las dificultades que tenemos en determinados servicios para abordar la gestión de las listas de espera.

Decía que la ecuación es muy fácil de entender: cada día aumenta, y seguirá haciéndolo, la demanda asistencial motivada principalmente por el envejecimiento de la población, y como consecuencia también crece la cronicidad y la polimedicación. Por si alguien tiene alguna duda de esto, puede revisar la IV Encuesta de Salud que presentamos hace dos semanas.

Por otro lado, continuamos necesitando de profesionales. Se han jubilado, y otros lo harán en los próximos años, toda una generación de buenos profesionales que no podrá ser sustituida, en su totalidad, por las nuevas incorporaciones. Las comunidades autónomas, desde hace dos años, venimos reclamando al ministerio que considere este asunto como prioritario; lo seguimos y lo seguiremos haciendo.

Desde el Servicio de Salud hemos logrado que el sistema sanitario esté trabajando prácticamente a plena capacidad. Así lo demuestran el estudio de las agendas y el rendimiento de los quirófanos. Sin embargo, no ha sido suficiente para contener la avalancha de peticiones y por tanto, como responsable sanitario, estoy en la obligación de explorar todas las alternativas en beneficio siempre de los pacientes.

Como ya dije, no tengo tabués, y como principal novedad a comienzos de verano hemos empezado a aumentar el número de agendas por las tardes con el despliegue de planes extraordinarios de determinados servicios que tienen especiales dificultades en las listas de espera de las consultas —rehabilitación, trauma, oftalmología y dermatología principalmente— y en los que no es posible contratar a más personal porque no hay especialistas en la bolsa de empleo.

El Consejo de Gobierno aprobó el Decreto de garantías de tiempos máximos de acceso a las prestaciones sanitarias. Se trata de un instrumento normativo que dota a los ciudadanos de más derechos y de mayor transparencia en su ejercicio y que compele a la Administración a cumplir sus compromisos.

Su elaboración responde a la voluntad política del Principado, recogida en el programa de la legislatura y en el propio compromiso del presidente del Gobierno manifestado en la Junta General, y parte de la necesidad de cubrir un vacío normativo, puesto que hasta su aprobación éramos de las pocas comunidades autónomas que carecía de regulación en esta materia.

Para asegurar estos plazos hemos trabajado duramente y lo seguiremos haciendo, con el objetivo de estar en condiciones de ofrecer al paciente una respuesta en red desde el sistema público y conveniado. Su aprobación también supone asumir el mandato parlamentario, entendiendo por tal, el rechazo a la proposición de ley del Partido Popular que pretendía gestionar únicamente las listas de espera a través de la derivación de pacientes a la sanidad privada.

También quiero destacar que, ante el histórico reproche de oscurantismo en la gestión de las listas de espera, hemos realizado un importante ejercicio de transparencia, que ha colocado a nuestra comunidad como la más trasparente, puesto que es la que más datos e información presenta públicamente, y con más frecuencia (mensualmente).

Tanto el envejecimiento de nuestra población, que ha incrementado la cronicidad y el índice de dependencia de nuestros ciudadanos, como el avance de los sistemas de información y de las nuevas tecnologías, o las expectativas ciudadanas con respecto al sistema sanitario, nos hace reorientarlo hacia los cuidados, la coordinación sociosanitaria y la atención primaria.

Precisamente, la atención primaria ha demostrado, desde siempre, ser el eje sobre el que rota el sistema sanitario, tanto en la prevención como en la atención y muy especialmente en los cuidados, de forma que su reorientación marca el modelo del futuro.

Durante meses hemos estado trabajando, con algunos de los líderes de atención primaria en Asturias y sus sociedades científicas, para dar un nuevo impulso a este elemento clave del sistema, porque estamos convencidos de que una atención primaria fuerte y bien orientada tiene efectos beneficiosos en el conjunto del sistema sanitario.

Fruto de esa cooperación surgió el documento Estrategia para un nuevo enfoque de la atención primaria, presentado en junio, que recoge las propuestas elaboradas por grupos de profesionales, sociedades científicas, y técnicos del Servicio de Salud y de la Consejería de Sanidad sobre nueve líneas de actuación.

Desde el Servicio de Salud se trabaja ya en un Proyecto Centralizado de Información para la atención primaria, en el dimensionamiento y adecuación de los cupos; estamos ampliando proyectos de telemedicina, y desarrollando la consulta virtual colaborativa, potenciando la capacidad diagnóstica y de resolución con la incorporación de la ecografía y técnicas de cirugía menor ambulatoria, y se está avanzando mucho en la continuidad de los cuidados de enfermería.

En estos momentos, estamos trabajando con esas sociedades científicas en la redacción de un decreto de estructura de la atención primaria, que prevemos tener finalizado en los primeros meses del próximo año, con su memoria económica correspondiente.

A nivel presupuestario, el gasto en atención primaria supone más del 18% del total del sistema. En estos cuatro años de legislatura, el incremento en la ejecución del gasto superó el 5% de crecimiento.

Como saben, en este ámbito hemos aprobado, con la Universidad de Oviedo, la creación en la Facultad de Medicina de la unidad docente de Medicina de Familia y Comunitaria de Atención Primaria.

Esta unidad será también un importante acicate y revulsivo para el conocimiento de futuros profesionales y que retornemos a que sea una especialidad elegida por algunos de los mejores estudiantes de medicina para el desarrollo de su desempeño profesional. A ello hemos de añadir la tramitación que estamos realizando ante el ministerio para crear una Unidad Docente de Medicina Preventiva, lo que nos permitirá formar médicos internos residentes también en dicha especialidad, tan próxima a la atención primaria.

Desde el primer día, hemos mantenido con los representantes de los trabajadores una estrecha relación que ha contribuido a alcanzar un buen clima laboral, condición básica y absolutamente necesaria para afrontar los objetivos y las demandas de nuestros pacientes. Hemos logrado establecer ambiente de trabajo, aspecto que es valorado por los propios representantes de los trabajadores, a los que es justo reconocer el esfuerzo realizado en estos tres años.

En este sentido, ha sido importante la consecución de objetivos como realizar con éxito los procesos de movilidad geográfica o cumplir los compromisos en la ejecución de las ofertas públicas de empleo. En esta legislatura se han realizado directamente por el Sespa pruebas selectivas en más de cuarenta categorías profesionales y tenemos en marcha la mayor Oferta Pública de Empleo (OPE) de la historia de la sanidad asturiana, con la convocatoria de más de 2.000 plazas y en los primeros meses del próximo año afrontaremos el reto de realizar las pruebas selectivas de las categorías que movilizan a un mayor número de aspirantes: celadores, auxiliares administrativos y técnicos en cuidados de enfermería. Como pueden suponer, su logística implica un enorme esfuerzo, puesto que congregaremos a más de 50.000 opositores, y cerraremos la legislatura con una convocatoria de plazas cercana a las 4.000.

Una vez culminado este ambicioso proceso que tenemos en marcha, alcanzaremos el compromiso asumido en la concertación social de rebajar a un 8% la temporalidad del empleo en el sistema sanitario asturiano.

Junto a los profesionales bien formados y motivados, otro pilar básico de un buen sistema sanitario son sus dotaciones tecnológicas y sus equipamientos. En lo que va de legislatura, hemos realizado obras en casi un centenar de dispositivos sanitarios, desde pequeñas actuaciones de mantenimiento a la construcción nuevos centros de salud, un ejemplo lo constituyen las ejecutadas en Lastres, Villayón, Colloto, Campo de Caso, Rioseco o Berducedo. En este punto destacar que acabamos de concluir las obras de Turón y de empezar las de otro gran centro de salud en el municipio de Corvera. También licitaremos en cuestión de días la redacción del proyecto del nuevo centro de Sotrondio.

Además, en esta propuesta de presupuesto que hoy les traslado aquí, están incluidas otras obras por las que algunas de sus señorías han mostrado interés, las de Pola de Lena, Collanzo, Nuevo Roces, Cangas del Narcea, Tormaleo o Tapia, entre otras, por lo que espero que ese interés se traduzca directamente en un apoyo a este anteproyecto de presupuestos y no quede solo en declaración de intenciones.

En este espacio referido a obras ocupa un lugar preeminente la reforma y ampliación del Hospital Universitario de Cabueñes. En los últimos meses, con la adjudicación de la redacción del proyecto y después de resolverse cuestiones ajenas a esta administración sanitaria de carácter urbanístico y bancario sobre las parcelas afectadas por este proyecto, estamos cerrando los últimos flecos con el Ayuntamiento de Gijón para poder sacar a licitación la primera fase de manera inminente.

Otra cuestión de gran importancia es la de disponer de tecnología pionera para mejorar los tiempos y la calidad en la atención de nuestros pacientes. Probablemente, estamos ante el bienio (2017-2018) de mayor incorporación de dotación tecnológica de la historia reciente de la sanidad asturiana, excluyendo, evidentemente, la que supuso la apertura de los nuevos hospitales Universitario Central de Asturias (HUCA) en Oviedo y el Vital Álvarez Buylla (HVAB), en Mieres.

En este periodo se han puesto en funcionamiento dos nuevas resonancias magnéticas, actualizado el software de otra, tres nuevos TACs y ocho mamógrafos, todo ello dentro de un paquete de renovaciones que afectó a otros instrumentos de menor coste y que en una gran parte se puso a disposición de los profesionales de atención primaria. Además, ya se han adjudicado las licitaciones para la adquisición de otra resonancia de 3 Teslas y un acelerador lineal de las mayores prestaciones existentes en el mercado, así como el equipo de radioterapia intraoperatoria en el HUCA.

Siempre que acudo a esta Comisión de Hacienda a presentar el proyecto de presupuestos resalto la plena conciencia de la enorme responsabilidad que para nosotros supone gestionar más del 40% del presupuesto del Gobierno del Principado de Asturias.

Soy conocedor del mantra, socialmente arraigado, que dice que los dineros de la sanidad pública son administrados con bastante ligereza y poca eficacia. Sin embargo, el sistema sanitario español está reconocido como uno de los mejores y sin duda el más eficiente en la relación coste-cobertura de servicios, solo tenemos que consultar los informes internacionales y muy especialmente los de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Además, nuestros resultados en salud son indiscutibles. Les recomiendo a sus señorías que lean los informes de la OCDE, desde el año 2013, sobre este asunto en particular.

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