Resaltó que la propuesta contribuiría también a «reducir el uso del transporte particular en favor del público, que podría incrementarse en un 20% en diez años, con lo que descenderían notablemente los índices de contaminación atmosférica que padecemos en la actualidad», al tiempo que propiciaría «una descongestión en las principales vías de conexión de la zona central asturiana, en la que viven cerca de 850.000 personas, lo cual redundaría en un ahorro de tiempo y en una mejora de la calidad en la movilidad».

Concretó que la medida consiste en «la reducción del precio del billete de transporte público a un euro en cualquier trayecto de tren y autobús interurbano dentro del área central, billete que sería gratuito para sectores sociales de bajo poder adquisitivo. La rebaja sería igualmente aplicable a las tarifas vigentes del bono de diez trayectos del Consorcio de Transportes de Asturias (CTA), simplificando de esta forma el sistema de zonificación actual y eliminando la caducidad a la que está sujeto este tipo de bono».

Daniel Ripa detalló que ese abaratamiento del transporte se financiaría mediante tres vías: una partida del Estado (al igual que ocurre en el caso de los consorcios de transporte de Madrid, Barcelona y Canarias), un aumento en la asignación del Principado al CTA y una dotación económica con cargo a los Fondos Europeos de Desarrollo Regional. Y afirmó que el horizonte último «sería el modelo de transporte gratuito que ya se aplica en Luxemburgo».