El representante del partido morado recordó que la entonces Tenneco «se salvó en 2014 por la lucha decidida y desde la unidad de todos sus trabajadores por encima de banderas. Su lucha movilizó al pueblo de Xixón, siempre solidario, y se logró dar continuidad a la compañía; eso sí, con un fuerte peaje de cien trabajadores menos, casi la mitad de la plantilla». Añadió que «la decisión final de adjudicación de la fábrica fue avalada por el Gobierno del Principado porque se aportaba un plan industrial con unos compromisos concretos que el actual propietario de Vauste, un fondo de inversión, debería cumplir ante la finalización del contrato que contemplaba producir 1,8 millones de amortiguadores en tres años con Tenneco como cliente principal».

Enrique López manifestó que «Podemos Asturies cree que no es buen negocio que la industria asturiana esté en manos de fondos de inversión, pero esa fue la opción elegida para la vieja Monroe por el Gobierno asturiano y fue respaldada además por las mismas organizaciones sindicales que estos días han salido hablando sobre el ERTE. Los compromisos de inversión no se cumplieron, esto es un dato objetivo y cierto. Y viendo lo que se avecinaba, en octubre preguntamos al Gobierno socialista y pedimos una reunión con el comité de empresa para contrastar la situación y ver las posibilidades de aunar esfuerzos». Con todo, agregó, «lo que entonces vaticinamos ocurrió. Se acabó el periodo de tres años de contrato de suministro de Tenneco y la plantilla se encuentra con un ERTE».

Dejó claro que la formación morada «a lo largo de estos cuatro años ha demostrado un compromiso sincero y leal en todos aquellos conflictos que consideramos justos, defendiendo siempre la actividad productiva y el empleo, porque Asturies, lo decimos con frecuencia, no puede permitirse ni un despido más, ni un parado más. Siempre hemos tenido abiertas las puertas a la clase trabajadora, es nuestra clase y creemos en la política ejercida con honradez». Agregó que «compartimos el sindicalismo de lucha frente al sindicalismo que firma EREs y que es seducido para claudicar en las luchas».

Por su parte, Nacho Fuster, trabajador de Vauste, recordó la violación de derechos sindicales sufrida por la sección sindical de CSI «por parte de los sindicatos CC OO, UGT y USO. Resulta particularmente lamentable que estos tres sindicatos pretendan, una vez más, cargar contra la Corriente por nuestra actitud reivindicativa». En su opinión, «la reciente condena contra estos tres sindicatos, en el Juzgado de lo Social primero y confirmada por el Tribunal Superior de Justicia de Asturias, es una clara demostración de la falta de criterio de estos dirigentes sindicales y de su mala fe a la hora de juzgar la situación de la empresa dando prioridad a la rivalidad sindical en lugar de a los intereses de la plantilla».