Pablo Iglesias aseguró que «los trabajadores de Alcoa de Avilés y de A Coruña están dando un ejemplo de lo que es la democracia, que es defender sus condiciones de trabajo. Sin política industrial, sin defender la industria, no hay patria para nadie en este país. En este momento en el que se ha puesto de moda el patriotismo de bandera, los trabajadores están demostrando que lo que toca es el patriotismo de las cosas de comer». Añadió que el Ejecutivo central «tiene que intervenir para proteger el sector industrial. La soberanía industrial es imprescindible para el futuro de nuestra patria y el presidente del Gobierno debe recibir a estos trabajadores, por dignidad democrática».

Por su parte, Nuria Rodríguez resaltó que «si gobernar significa dar soluciones a la gente, toca que el Gobierno asturiano se ponga las pilas y le diga al presidente del Gobierno estatal que las palabras ya no son suficientes, el tiempo se agota y hay que ejecutar decisiones». Agregó que «los trabajadores y trabajadoras de Alcoa, tanto en A Coruña como en Avilés, tienen una línea muy clara, una hoja de ruta establecida, y lo que hay que hacer es gobernar, defender Asturies, Galicia y los intereses de la clase trabajadora».

Segundo González señaló que «venimos a la fábrica de A Coruña, como ya estuvimos en la de Avilés, para evitar que se produzca el cierre de estas plantas. Tenemos que defender la industria contra un modelo que lo que quiere es fomentar la despoblación, con el modelo de privatizaciones que nos ha traído hasta aquí». El parlamentario asturiano exigió «que el Gobierno tome cartas en el asunto, que defina un marco energético en el cual la industria electrointensiva, pero también la ciudadanía, tenga un precio competitivo y predecible, y también que acabe con esa reforma laboral que posibilita que los trabajadores estén en riesgo de ERE. Vamos a seguir presionando al Gobierno para que tome medidas».