Valero exige a la Consejería de Desarrollo Rural que “apueste de forma firme por el arándano de producción asturiana”, dado que “su calidad es mucho mayor que la del arándano foráneo, al contar Asturies con la climatología propicia para su cultivo”. En ese sentido, la diputada recuerda que “a pesar de ser uno de los productos amparados por la marca de calidad Alimentos del Paraíso Natural, no cuenta sin embargo con la promoción que debería. Es un producto cada vez más demandado por ser un alimento muy saludable y por tanto debería de fomentarse con orgullo la procedencia asturiana de los arándanos”.

Para Valero, “el objetivo no debe ser solamente venderlos fuera, sino que es necesario fomentar un modelo de producción que sea reconocido en Asturies y que se abra mercado de cercanía. No puede ser que estemos consumiendo arándanos foráneos siendo pioneros en la producción de esta fruta. Hay que potenciar el valor añadido de nuestros productos naturales para que la economía local crezca y no dependa de las fluctuaciones de los mercados internacionales”. La parlamentaria incide en que “la temporalidad de este fruto se frena apostando por la industria de transformación. Productos como zumos, mermeladas, concentrados, congelados y deshidratados permitirían un consumo de arándanos asturianos durante todo el año”.

Por ello, Paula Valero registrará una pregunta parlamentaria para conocer cuáles van a ser las medidas que la Consejería de Desarrollo Rural tiene previsto implementar para que todos los asturianos y las asturianas identifiquen al arándano como un producto asturiano, para que este llegue a formar parte de nuestra alimentación habitual y para que no dependa de las fluctuaciones de los mercados internacionales”.

Enrique Granda Sierra, productor de arándanos y miembro de la Asociación Asturiana de Pequeños Frutos, considera que “el Gobierno asturiano debe impulsar la coordinación en cuanto a investigaciones en productos hortofrutícolas, en este caso, el arándano, que es un producto altamente saludable, considerado un superalimento en otros países”. Granda subraya que “en Asturies, produciendo 500 toneladas anuales, es factible que el arándano llegue a la dieta de toda la ciudadanía asturiana, añadiendo además valor al campo asturiano. Además, de este modo no tendríamos el problema de las rigideces de precios que nos imponen las grandes comercializadoras que ahogan el sector. Necesitamos que se impulse la coordinación y la publicidad para que el arándano asturiano llegue a todos los hogares”.