No es de extrañar. Tanto atacar desde el gobierno, la TV y la prensa a la Iglesia católica y a sus instituciones y miembros, pues los descerebrados y las descerebradas, que ni tienen valores ni sus padres se los han inculcado porque tampoco los tienen, se dejan llevar y pasa lo que pasa, que no se respetan ni las propiedades, ni los derechos, ni tan siquiera a las personas que tienen relación con esta institución.

Esta web tras publicar numerosos artículos sobre el vandalismo en el concejo y en vista a que los muchísimos perjudicados no opinaban y que tan sólo lo hacían quienes justificaban en parte estas actitudes, y que las fuerzas de seguridad se sumaban al mutis por el foro y a derivar la acción de la justicia a las personas agraviadas, pues como que ante tanta indefensión decidimos pasar también nosotros.

Hoy, en la misa de Lastres, el párroco D. Marcelino montó en cólera contenida por hechos acaecidos el sábado.

Resulta que tras haberse pintado parte del pórtico por voluntarios para eliminar las pintadas, horas más tarde un grupo de vándalos se dedicó a rascar las paredes, a pintarlas y a rallar la puerta.  No quedó ahí la "travesura" si no que un grupo numeroso de jóvenes lastrinos, presumíblemente, saltaron la tapia de los terrenos de La Anunciata durante la noche, insultaron a los jóvenes que se encontraban allí de convivencia y a las personas alojadas en la Casa de Oración y se enfrentaron a las hermanas Dominicas que llevan dicha Congregación.

La Colegiata

Por si esto fuese poco originaron destrozos en las instalaciones y realizaron pintadas "no reproducibles".

Si estos hechos los unimos a los de hace unos meses en que un joven de Lastres intentó rociar la puerta de la Iglesia con gasolina, pues nos damos cuenta de cómo van las cosas.

¿Qué aconseja al respecto la Educación para la Ciudadanía?

No se preocupen, ni los padres les van a decir nada, en todo  caso les azuzarán más contra todo lo que represente respeto,valores y disciplina; habrá lectores que lo justifiquen y la Benemérita seguirá pasando de todo como acostumbra.

Como diría Forges: ¡País!