Se me va el zapato
“Pero qué demonios…” - ésta fue la reacción del sr. Montesquieu, un viejo pescador jubilado al abrir la escotilla del velero aquél 25 de diciembre y encontrarse su vieja bota de montaña de suela lisa – “cuántas veces tengo que decirle sr. Wanderer que no puede seguir conmigo, ya no tenemos edad para volver a la montaña, viajar por el mundo y celebrar las fiestas como antaño, la Navidad ha acabado para usted y debe volver a la residencia”.