La onda epidémica estacional de la gripe ha descendido de forma brusca en Asturias en la primera semana de 2017 y vuelto a un nivel de actividad bajo. La tasa de incidencia se ha reducido a la mitad con respecto a la última semana de 2016 y se sitúa en 304,2 casos por 100.000 habitantes frente a los 635 de entonces. La caída es significativa en todos los grupos de edad, salvo en el de 15 a 64 años. 

Esta disminución coincide con una reducción de la circulación de la enfermedad y un ligero aumento de la presencia de otros virus respiratorios, lo que podría indicar el inicio de la fase de descenso de la epidemia estacional. Sin embargo, dado su carácter poco predecible, esta situación deberá confirmarse en las próximas semanas....

 

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