La consejera de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Belén Fernández, ha informado hoy de que el próximo lunes, día 6 de junio, se celebrará, a instancias del Principado, una reunión con el secretario de Estado de Medio Ambiente, Pablo Saavedra, a la que acudirán responsables de las administraciones regional y local para que el ministerio clarifique las alternativas que baraja en el caso de que la Audiencia Nacional no acceda a poner en marcha los sistemas de depuración de la estación del Este de Gijón, en tanto se establece una solución definitiva sobre los vertidos.

Fernández ha reiterado en el pleno de la Junta General la voluntad del Gobierno de Asturias de cooperar y colaborar, si bien ha insistido en que es al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente al que le corresponde desarrollar las obras que eviten los vertidos sin depurar, en cumplimiento de la declaración de interés general del Estado y de los convenios suscritos con el Ayuntamiento de Gijón y el Principado.

“Aunque antes de adoptar cualquier medida concreta parece lógico esperar a que se resuelva el recurso interpuesto el pasado 4 de mayo por la Abogacía del Estado ante la Audiencia, lo que podría ocurrir en las próximas semanas, hemos trasladado al ministerio que no se puede estar, sin más, esperando respuesta, y hemos pedido que convoque una reunión urgente con el Principado y el Ayuntamiento”, ha explicado la titular de Medio Ambiente.

La consejera ha explicado que la demolición del pretratamiento obsoleto de El Pisón, a la que ninguna administración se opuso –tampoco la Empresa Municipal de Aguas-, era necesaria para que la Confederación Hidrográfica finalizase las obras de la depuradora. Igualmente, ha señalado que el Ejecutivo autonómico no podía presuponer que la Audiencia Nacional dictaría una orden de paralización que impediría usar la parte de las nuevas instalaciones necesaria para no empeorar el vertido.

Así, ha defendido nuevamente la necesidad de que las tres administraciones colaboren y sean prudentes para no crear en la sociedad una percepción distorsionada de las afecciones ambientales y a la salud que no se ajusta a la realidad y que podría provocar un daño irreparable a Gijón y su actividad turística. “En absoluto debemos minimizar el problema, pero igual de grave es agrandarlo irresponsablemente”, ha advertido.

En este sentido, ha indicado que pese al incumplimiento de la normativa ambiental, y a que la calidad del vertido ha empeorado como consecuencia de que las grasas y arenas que antes se recogían ahora se vierten al mar, todas las playas de Gijón son aptas para el baño, en sintonía con la calificación de otros años, y las que más podrían verse afectadas por el vertido (Peñarrubia, Serín y Estaño) cuentan con una calificación de excelente, de acuerdo con las muestras tomadas y analizadas por el laboratorio municipal del concejo el 23 de mayo.

No obstante, ha anunciado que su departamento llevará a cabo durante este mes una campaña específica de toma de muestras, cuyo análisis permitirá determinar la afección real del vertido a la zona y evitar valoraciones que no se sustentan en el conocimiento científico.

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