Medio Rural mejorará las instalaciones del Centro de Cría del Urogallo Cantábrico de Sobrescobio para garantizar su futuro

La Consejería de Medio Rural y Política Agraria llevará a cabo una reforma del Centro de Cría del Urogallo Cantábrico de Sobrescobio para mejorar sus instalaciones, con el fin de favorecer la reproducción de esta especie en peligro de extinción. Así lo ha confirmado el director general de Planificación Agraria, Marcos Da Rocha, durante la jornada Avances y resultados preliminares del proyecto de recuperación del urogallo en la cordillera Cantábrica, organizada ayer en Villablino por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el Gobierno del Principado y la Junta de Castilla y León, que colaboran activamente en la recuperación de la especie.

"Tenemos que poner en valor el trabajo que desde el Gobierno de Asturias estamos realizando para asegurar su superviviencvia y, en particular, la labor que se lleva a cabo en el Centro de Cría del Urogallo Cantábrico de Sobrescobio", ha asegurado Da Rocha, que ha añadido que “uno de los objetivos de esta legislatura es mejorar las instalaciones del centro para darle viabilidad y futuro".

El director general ha valorado la colaboración que desarrollan las tres administraciones para conseguir recuperar una especie considerada “en peligro crítico de extinción” y, sobre todo, la cooperación directa que mantienen el centro de Sobrescobio y el Centro de Cría del Urogallo de Valsemana, en León.

En el acto de Villablino se presentó un informe sobre los territorios donde aún viven urogallos, principalmente en los concejos de Ibias, Degaña y Cangas de Narcea, en Asturias, y en las comarcas de Omaña, Laciana y Alto Sil, en la provincia de León, además de los resultados provisionales del programa de actuaciones para su recuperación que las tres administraciones impulsan desde hace seis años. Según estos datos, la población cantábrica ha sufrido una importante regresión en las últimas décadas, aparentemente motivada por factores relacionados con los cambios en la calidad del hábitat y la persecución humana que se mantuvo hasta finales del siglo XX. En concreto, se estima que el número actual de urogallos es de 190, de los que 130 serían machos y 60 hembras.

Respecto a los censos de éxito reproductor, destacan los valores obtenidos este año, con cifras cercanas a los dos pollos por hembra (1,8), el mejor dato obtenido desde que se realiza el seguimiento. Por el contrario, la mortalidad por depredación se sitúa en tasas que rondan el 40%.

Los resultados de su estado de salud genético y de su análisis genómico han demostrado, por su parte, que las poblaciones pirenaicas y cantábricas constituyen una misma unidad evolutiva diferenciada del resto de núcleos europeos. Ambos grupos ibéricos se habrían separado hace unos 4.000 años y habrían dejado de intercambiar individuos con el resto de poblaciones europeas hace 3.6000. Respecto al estado genético de las poblaciones cantábricas, los niveles de endogamia son más elevados que los pirenaicos, pero no suponen valores demasiado altos para presuponer que los ejemplares remanentes están altamente emparentados entre sí.

La población cantábrica de urogallo fue declarada en situación crítica en 2018, lo que implica calificar de interés general las obras y proyectos encaminados a su recuperación. Fruto de esta declaración se creó un grupo de trabajo formado por representantes del ministerio y de los gobiernos de Asturias, Castilla y León, Galicia y Cantabria, junto con expertos de reconocido prestigio, entidades científicas y organizaciones que pueden actuar como asesoras. Este órgano se reúne periódicamente para decidir las actuaciones que se deben realizar, así como para exponer y valorar los resultados obtenidos.