Omar Pardo: Premio Nobel español declarado persona non grata en Colunga

José Cela, Don Camilo, sí, el mismísimo Premio Nobel de Literatura y también Príncipe de Asturias de las Letras entre otras perlas, por si no lo saben fue declarado en su día persona non grata por el Ayuntamiento de esta localidad, y ahí les muestro la prueba gráfica.

José Cela, Don Camilo, sí, el mismísimo Premio Nobel de Literatura y también Príncipe de Asturias de las Letras entre otras perlas, por si no lo saben fue declarado en su día persona non grata por el Ayuntamiento de esta localidad, y ahí les muestro la prueba gráfica.

Fue la cosa en el año 83 que ya llovió – y aunque aun no era Nobel, ni premio Príncipe de Asturias destacaba ya en demasía - y bueno lo que ocasionó dicha declaración fueron las presiones políticas de un grupo de líderillos de la ya emergente progresía regional de muy dudosa fiabilidad por cierto, de cuyos nombres no quiero acordarme a quienes no les bailaba el agua, pues en sus andanzas por estos lares tuvo con ellos encontronazos varios ocasionados casi todos por el afán de protagonismo de los chamanes locales, ávidos de laurel; el más famoso de ellos el que tuvo con el progre-comunista José María Laso, un figurón de cuidado que trató de vacilarle y chupar portada de prensa, ser más papista que el Papa en definitiva en una Conferencia de D. Camilo en Oviedo, al cual sofocó tanto sin otro objetivo que ser el muerto en el entierro que al final delante de todo el mundo D. Camilo harto ya de su impertinencia le espetó sin preámbulos – con toda la razón del orbe – aquello de:

“Que me quiten de delante a este señor o le pego una ostia que le trituro”

Aquello, no se olvidó y claro, qué casualidad que más pronto que tarde «Los Cuadernos del Norte», editados por la Caja de Ahorros de Asturias, que era entonces una de las revistas literarias más prestigiosas del país, con una tirada que rondaba los 12.000 ejemplares y una periodicidad bimensual asoleyaba sin rubor alguno atribuyendo a Cela una polémica afirmación de una ciudadana ovetense bien conocida de todo el mundo por su afición a dar la nota a los postres en cualquier sarao al uso de los muchos que frecuentaba y que decía ni más ni menos:

“Si la Virgen de Covadonga ye pequeñina y galana ¡Pues que se joda!».

Y entonces claro, el grueso de la progresía – tan laica e irreverente incluso en la mayoría de las ocasiones – puso el grito en el cielo, moviendo Cielo y Tierra para que se crucificase a D. Camilo, aun no habiendo constancia alguna de que él hubiese pronunciado tal frase, cosa que por cierto siempre negó.

Y claro, empezando por el Alcalde de Cangas de Onís, la reacción en cadena no se hizo esperar y no pocos Ayuntamientos e Instituciones tanto Públicas como progre-privadas fueron crucificando sin miramiento alguno al escritor por efecto dominó sin contemplación alguna.

Y ese fue sin duda nuestro caso, ya lo ven ahí en esa nota de prensa del año 1983 en la que Colunga declara persona non grata al futuro Nobel.

En fin, que no digo yo que D. Camilo fuera Santa Catalina, ni que no tuviera salidas de tono, eso es más que sabido, pero una cosa es la literatura, y al ejemplo me remito y otra la vida real:

«Cuando era pequeño creía que las vacas eran parientes nuestros, las vacas, los mirlos, las donosiñas, los perros y los gatos, las vacalouras, los jilgueros, las raposas, los grillos… las gallinas no, las gallinas podrían ser parientes de los asturianos, de los leoneses o de los portugueses, pero nuestros, no, de ninguna manera, las gallinas son estúpidas y asustadizas».

Bien es verdad que después de lo del Nobel, anduvo un tanto “suelto de manos” y relataba por la tele que podía absorber por el culo no sé cuántos litros de agua de una palangana, o soltaba sin más en una entrevista colectiva con varios contertulios preguntados que era lo que primero que miraban en una mujer y ora uno decía - válgame Dios con la hipocresía - que los ojos, otro que las manos, y otro que tal y que cual milonga, él afirmara rotundamente y sin tapujos que según, que unas veces el culo y que otras las tetas, quedando como la gocha Antona, aun diciendo la pura verdad que eso bien que lo sabemos todos y el que esté libre de pecado que arroje la primera piedra.

En fin, genio y figura, pero según mi criterio, que no es tan fiero el León como lo pintan, y que independientemente de sus salidas de tono, fue un verdadero Titán de nuestra Literatura, al nivel de Lope, Calderón, Garcilaso, Góngora, Quevedo, Espronceda o el mismo Cervantes.

Que lo cortés no quita lo valiente.

Aun así en nuestro solar mientras no se revoque tal acuerdo, todavía es considerado -el difunto ya- persona NON GRATA, y bueno aquí el que suscribe piensa que se nos ha ido un poco la mano, pero…

¡Doctores tiene la Iglesia!

En Loja parroquia de San Juan; término municipal de Colunga en el Principado de Las Asturias de Oviedo Reino de España a treinta días del mes de agosto del año de dos mil y veinticinco del Nacimiento de Nuestro Señor; que EL nos ampare compuso este libelo el ocioso Licenciado Omar Pardo y Cortina leal súbdito del Rey Legítimo y fiel siervo de DIOS.