Con motivo de la visita del Papa a África, alguna prensa mundial tergiversó el sentido de sus palabras.

Son muchos los que se dedican a atacar a la Iglesia Católica sistemáticamente. Todo les vale, como argumento, para el intento de desprestigiar a los seguidores de Cristo, sin querer reconocer la labor que, durante veinte siglos, están haciendo en el mundo los discípulos de aquel pequeño grupo de los Apóstoles.

Hoy, en el mundo entero, monjas y curas católicos están etendiendo a los más miserables, machacados y enfermos. Antes era el tigus o la lepra. Ahora es el Sida. Sin distinción de país, raza o religión, son religiosos católicos los que están en primera línea, en silencio, sin cámaras de Tv. junto a quienes más necesatan su ayuda.

Luis María Ansón habla en su artículo de los misioneros católicos que hay en todas partes del mundo. Unos están cerca, atendiendo enfermos terminales de sida; mientras otros se fueron a cumplir su misión evangélica a otros países, con personas más necesitadas de ayuda. Pero no tratan de catequizarlos, sino entregarse al prójimo, siguiendo el ejemplo de Cristo, para que su vida silenciosa le sirva de ejemplo al mundo entero. Aunque ese mundo siga ciego y no quiera ver la verdad. Un mundo que sigue atacando a la Iglesia descaradamente.Aunque esos misioneros de Cristo estén trabajando en lejanos países, siguen estando cerca de nosotros , en espíritu. Están cercanos.

El P. Luis Ruiz, S. J. , de Gijón, con sus enfermos de lepra o de sida, con sus 93 años de edad, continúa en China, respetado por todos. -(Lo conocimos en nuestra infancia y nuestras familias siguen unidas por vículos fuertes)

Otro gijonés, al que conocí cuando nació, Kike Figaredo, o..Monseñor Enrique Figaredo, sacerdote jesuita y Prefecto Apostólico de Battambang, … sigue con su misión entre las vístimas de las minas antipersonas, en Camboya.

En Benín, una de las naciones más pobres de África, está el Sacerdote Diocesano Alejandro Rodríguez Catalina, que está ahora en Gijón, recuperándose de saluz, con el deseo de volver pronto, aseguir su labor de promoción integral de un pueblo, con la ayuda de apostolado seglar; del matrimonio asturiano: Pepe Tartiere Pidal y su mujer, que también lo han dejado todo por seguir a Cristo.

Y en Honduras, país de los más pobres de Sudamérica. Allí, desde hace cuarenta años, está un gijonés FAUSTINO CAMBLOR, él no salió tampoco en las cámaras. Allí también está una misionera asturiana alfabetizando y ayudando a que aquella gente sea menos pobre. En la zona más pobre de Méjico, está como misionero Paúl otro gijonés, Félix Rubio Camín, desde hace caso cincuenta años.

Son muchos, silenciosos, que son olvidados por todos esos que atacan a la Iglesia, el Papa y a la Religión Católica.

Carlos Roces