
Pues, sí, como con esto del Turismo masivo se ponen de moda ahora cosas como lo de la Berrea del Ciervo, la ronca del gamo, la floración del manzano o unas supuestas huellas del año catapum de unos bichos muy feos de los que nadie se acordaba ya hasta que los despertaron para esto de los turistas y eso, pues en fin…
Lo que este cura ignoraba es que los terribles bramidos de los machos de gran cornamenta – cosa muy común por otra parte entre los machos de cualquier especie - eran para llamar – craso error – la atención de las hembras , así que lo del estruendoso sonido y demás tenía truco, ya me parecía a mi raro, porque a ver…
Aquí -entre nosotros- andar berreando por ahí para llamar la atención de las hembras, pues que quieren que les diga, y más que nada porque las hembras son las que cortan el bacalao a última hora por más que esos grandes cornudos anden berreando y haciendo la mona por ahí…
En fin, que eso de ser macho y hacer la mar de monerías por culpa de las hembras debe ser algo que va de la mano…
Una pena y un dolor muy grande; vaya; si lo sabré yo…
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