ANECDOTAS POPULARES DE COLUNGA.

Reflexiones sobre el amor y todo eso...

ANECDOTAS POPULARES DE COLUNGA
Esto que aquí les relato ni es leyenda ni cuento, pues valga la redundancia no lo cuento yo, sino que lo cuenta el ARCHIVO HISTORICO NACIONAL en este expediente:

ES.28079.AHN/1.1.11.6.12.11//INQUISICIÓN,5353,Exp.6,

Para entenderse, AHN es archivo histórico nacional y la sección es nada menos que la INQUISICION cuyo brazo alcanza al citado ciudadano, o mejor dicho “ súbdito” de su Majestad de la localidad de Lastres (Colunga) en una esquina del Ecuador Imperial Hispano, que no es mnoco de pavo teniendo en cuenta que tendría una extensión superior en cuatro o cinco veces la del país actual, acusándole, ni más ni menos, que de BIGAMIA. ya que al circunspecto NICOLAS DEL CANTILLO NATURAL DE LA PARROQUIA DE LASTRES se le acusa de haberse casado dos veces una en Caravia en 1.661 y otra en Jaen de Bracamoros en el citado Ecuador Imperial Hispano.
Pero lo más curioso no es eso sino que Nicolás de Cantillo alega que largó a su parienta natural de la vecina localidad de Caravia porque tenía más de cincuenta años y volvió para casa de su padre a quien no debió agradarle demasiado la embarazosa situación que se le venía encima, así que no tuvo otra que darse el piro – pues no sé – a Villaviciosa por ejemplo, no, que barruntaría el peligro, sino a las Indias, aunque no a las Indias más o menos a mano ya, sino a una esquina amazónica donde Cristo perdió las zapatillas alejada de la mano de Dios totalmente ni más ni menos, donde inocentemente se creería más seguro y claro, enseguida pilló por allá otra moza.



Pero a pesar de la ausencia de movistar, email y todo eso, el largo brazo de la Inquisición –eficaz máquina administrativa- desafiando transportes correo a caballo hasta Sevilla, Galeones atacados despiadadamente por tempestades, selvas tropicales, pantanos, montañas inexpugnables e indios que no aplaudían precisamene consiguió dar con él en la última esquina del mundo, obligándole a regresar a cumplir el santo sacramento empeñado, por las buenas o a la brava.
Y a la brava tuvo que ser pues el amigo tenía las cosas muy claras y allí mismo declaró ante los miembros del Santo Oficio su intención de haberse embarcado “para estos Reinos” con la intención de no volver a su localidad natal “hasta que no toviere noticias ciertas del fallecimiento” – de su primitiva cónyuge- claro.
En definitiva, que la cosa aunque políticamente incorrecta como se diría hoy de haber sentado jurisprudencia tenido hubiere grande número de beneficiarios se quiera ver o no se fue al traste debido a la citada eficacia del Santo Oficio.
Para unos –más unas- probablemente, será eternamente considerado un villano ruin, pero para –otros - aplastantemente no le quita la vitola de héroe ni San Judas Tadeo.
Y para certificarles que esto no es una ocurrencia febril de una mente en pecado, ahí tienen la prueba en ese fragmento del expediente que ahí les muestro:
Y es que no hay que menospreciar el poder del amor de las mujeres que cuando les da, les da, no, sin duda, ya lo ven.