El salmón condenado a desaparecer en los ríos asturianos

El próximo domingo 11 de abril y hasta el 15 de julio, comienza la pesca con muerte de salmones en los ríos asturianos.

Una vez más, el Gobierno de Asturias se pliega a las presiones realizadas por los pescadores para continuar pescando salmones y truchas, todo ello a pesar del declive que sufren ambas especies, cuyas poblaciones, tras décadas de explotación masiva, continúan en marcada disminución y en peligro de desaparición en muchas cuencas, como son las del Esva, Eo.

La Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial volvió a ceder este año ante los pescadores, renunciando a las pocas limitaciones que recogía en su propuesta para el ejercicio de la pesca en aguas continentales, que consistían en la reducción de 4 a 3 los salmones pescados por temporada y la reducción de 6 a 3 las truchas y reos pescados por día. Estos cambios se habían anunciado en el consejo de ecosistemas acuáticos pero luego no se reflejaron en la normativa de pesca publicada en el Bopa 29 de octubre del 2020.

Por eso volvemos a reclamar medidas más exigentes para reducir el impacto que tienen los miles de pescadores en estas especies:

- El continuo declive de las poblaciones de salmón atlántico en nuestros ríos hace que la especie esté en claro peligro de extinción, lo que nos debería llevar a aplicar firmes principios de precaución en el manejo y gestión de la especie. Como única alternativa a la extracción (y muerte) de ejemplares del río proponemos la pesca sin muerte (captura y suelta) como único método de pesca durante toda la temporada y en todos los ríos en que se autorice la pesca del salmón.

-También pedimos que se suspendan de forma inmediata las repoblaciones. No están avaladas por estudios científicos y suponen un problema añadido a la biodiversidad de los ríos al reducir la variabilidad genética de las especies repobladas, aspecto este bien contrastado en la bibliografía científica.

Si no se toman medidas valientes y radicales tanto a corto plazo como a futuro, se está poniendo en peligro inminente de desaparición a especies tan emblemáticas como el salmón. No podemos seguir permitiendo el plegamiento de los políticos a los intereses de ciertas asociaciones de pescadores que, creyéndose propietarios del recurso, ven a truchas y salmones como de su exclusiva propiedad, permaneciendo anclados en una idea extractiva y depredadora de la pesca ya superada por los acontecimientos.

Si no somos capaces de atajar esta situación no dudamos que a no mucho tardar una parte muy importante de la diversidad biológica de los ríos asturianos acabe desapareciendo. Los ríos son patrimonio de toda la sociedad, no sólo de los pescadores.