EQUO Asturies propone un nuevo modelo de desarrollo económico y una regeneración democrática, que suponga un verdadero cambio en la vida política de Asturias.
Por ello, ante la situación creada con la regasificadora y teniendo en cuenta que estos días se celebra el debate sobre el estado de la región, queremos dirigirnos a los grupos políticos de la cámara para buscar soluciones al problema de la regasificadora y otros similares.
La sentencia declarando ilegal la regasificadora es el punto final de una situación inaceptable donde se pueden constatar los tremendos errores políticos que nos trajeron a la crisis económica y política actual.
En torno al Puerto del Musel en Gijón, se realizaron tres infraestructuras, inútiles y con un gran impacto que nos han costado a la ciudadanía asturiana un dinero que no teníamos.
Los más de 700 millones de euros de un superpuerto del Musel solo sirven para almacenar carbón de importación. Como contrapartida, los cambios en las corrientes marinas causadas por esa estructura megalómana e inútil, probablemente sean los causantes de los problemas en el arenal de San Lorenzo. Asimismo se han producido pérdidas en los cupos de capturas de pesca, tal y como los expertos habían predicho.
Los más de 50 millones de euros de la Zona de Actividades Logísticas e Industriales, popularmente conocido como ZALIA, están completamente inutilizados, ya que no tiene enlaces de acceso, ni los va a tener en un futuro cercano, ni existe ningún proyecto que demande ese suelo. Mientras las personas que vivían en la zona han tenido que marcharse y muchas hectáreas de suelo fértil y cultivable quedaron arrasadas para siempre.
Los más de 350 millones de euros de la regasificadora estaban ya sin uso antes de la sentencia y seguirán estándolo. Igualmente, los proyectos asociados, como el gasoducto o las líneas de alta tensión, formaban parte de una idea desarrollista obsoleta.
Todo esto supone que cada persona que vive en Asturias, incluidos los bebés recién nacidos, debe pagar más de 1.000 € para costear obras que no sirven, ni van a servir para nada. Con esos más de mil millones euros, podría generarse mucho empleo de calidad. Por supuesto, impedir los recortes en sanidad, educación y ley de dependencia. También se podría invertir en ahorro energético, con la rehabilitación del parque de viviendas, reconvirtiendo el sector de la construcción con empleos no deslocalizables. Aún sobraría dinero para que Asturias fuera pionera en inversión en I+D+I y no tener que estar haciendo recortes también en ese capítulo.
Por desgracia, en nuestra tierra no solo estas infraestructuras están
inutilizadas. No solo el PSOE, sino también Foro o el PP tienen mucho de qué avergonzarse. La situación de Villa Magdalena en Oviedo, la esperpéntica historia del metro-tren, o la situación sin salida de Gijón al Norte, son ejemplos claros de la enorme cantidad de millones de euros mal gestionados en Asturias. Las responsabilidades son de los grupos políticos que tomaron esas decisiones, pero también de las personas que con su liderazgo, arrastraron a sus partidos y toda Asturias a estos tremendos errores. Le pedimos al senador Alvarez Areces y al Consejero
Torre, que ya que en el pasado no escucharon consejos, los escuchen ahora, y por el bien de la política, asuman sus responsabilidades y abandonen sus cargos públicos.
Con el mismo modelo se han administrado los casi 2.000 millones de euros recibidos de los popularmente conocidos como fondos mineros, sin que en este caso, como en los anteriores se vean resultados, ni se puedan pedir cuentas, pues la propia Sindicatura de Cuentas del Principado de Asturias reconoce la falta de transparencia y la dificultad para conocer el coste de cada proyecto.
Los Verdes de Asturias no solo se opusieron a estos proyectos, también argumentaron contra la incineradora o el del embalse de Caleao. Gracias a ellos y su decisión, ni el dinero del embalse, ni el de la incineradora se malgastó. Desgraciadamente, no pudieron, no pudimos, evitar la construcción de la ampliación del Musel, ni de la regasificadora. La ciudadanía creyó a quienes prometían trabajo y riqueza y nos trajeron crisis y miseria. Hoy los Verdes de Asturias forman parte de un proyecto estatal que es EQUO, porque creemos que es posible construir una nueva economía que nos saque de esta situación.
EQUO Asturies considera que toda la ciudadanía y las administraciones públicas, deben estar sometidas por igual al imperio de la ley, por eso creemos que la regasificadora debe ser derribada. Asimismo, entendemos que los proyectos emprendidos con el dinero público, deben ser rigurosos y completos, teniendo en cuenta el impacto ambiental y social, los costes de su mantenimiento y su uso a largo plazo. La economía de nuestra tierra no se va a levantar con ningún proyecto milagroso. Serán muchos pequeños proyectos los que impulsen un futuro mejor para todos, un futuro que será verde o no será.
Desde EQUO queremos dirigirnos al resto de fuerzas políticas,
especialmente a IU y UPyD como socios del gobierno del Principado, para que se abra un proceso de diálogo y de reflexión sobre todas las obras inacabadas o sin uso que se construyeron en las últimas décadas. Es necesario conocer de forma detallada y transparente todos los proyectos y cuáles de esos proyectos, como el metro-tren o la regasificadora generan costes aunque estén parados. Con esa información, y contando con la ciudadanía, debemos hacer un plan con el máximo consenso posible, para centrar los esfuerzos en poner en funcionamiento aquellas infraestructuras que sean viables, buscar usos alternativos para las que sea posible y derribar las construidas ilegalmente y/o que nunca vayan a ser usadas
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