Ya que estamos siendo el vehículo que acerca a los lastrinos todo lo referente a la polémica suscitada por la separación de fechas de celebración lúdica y religiosa de las fiestas del Carmen, queremos dar también nuestra opinión, aún a riesgo de no satisfacer las pretensiones de todo el mundo.

Decir que fuimos conocedores de la polémica desde el mismo día en que comenzó a fraguarse, pero por respeto a nuestros informantes y con el fin de no interferir en las continuas negociaciones que tuvieron la Comisión y el Sr Cura Párroco, decidimos mantenernos al margen, incluida toda referencia a lo que estaba sucediendo.

LLegó un momento en que rotas todas las negociaciones se hacía preciso intervenir para tratar de informar a nuestros vecinos de lo que estaba sucediendo con el fin de que se tomasen soluciones en tiempo y forma, antes de que el daño fuese irreparable.

Lo hicimos publicando uno de los muchos mensajes que nos estaban enviando para seguir manteniendo nuestra total neutralidad.

Hoy, según se nos ha informado, se ha conseguido que ambas celebraciones coincidan, lo cual nos congratula por el bien común del pueblo. Tirando uno para cada lado lo único que se logra es romper la cuerda.

No queremos que haya vencedores ni vencidos, ni que nadie haga escarnio de nadie ni vaya a la caña débil del asunto. Hay un sólo ganador que es el pueblo de Lastres, y quien más geneerosidad ha mostrado en este asunto ha sido quien más ha cedido, por ello rogamos no sea encima quien más tenga que ser censurado, sino todo lo contrario.

Conocedores del tema, y amigos de miembros de la Comisión y también del Párroco nos atrevemos a decir a las claras que ninguna de las dos partes estaba equivocada, ambas estaban en lo cierto y en su verdad y lucharon por ello, no contra nadie sino a favor de su pensamiento y en orden a realizar lo que más correcto creían. Ninguna de las partes pretendió en ningún momento perjudicar al pueblo de Lastres, sólo el mantener una postura que estimaban beneficiaba más a los lastrinos desde su ámbito de competencia.

Por todo ello deseamos que para futuras celebraciones, antes de tomar decisiones que nos afecten a todos, quienes tengan la capacidad de decidir se reúnan y planifiquen y que no tomen decisiones unilateralmente que puedan perjudicar, sin querer, a otros. Y a quienes no fueron consultados sobre decisiones que les competen, sepan apreciar el ánimo de servicio de los primeros y no una mera forma de imposición.

Nos reiteramos en nuestra alegría por la solución alcanzada y seríamos felices si el día de la fiesta de los marineros estuviese entre nosotros nuestro cura párroco Marcelino, que al final ha sido quien más ha cedido y que merece ser arropado por todos sus feligreses y por el resto de vecinos de Lastres.

Para finalizar desearle mucha suerte a la Comisión de Festejos, darles muchos ánimos para que sigan adelante y agradecerles todo lo que están haciendo por Lastres.