Técnicos y guardas del Gobierno de Asturias del Principado de Asturias eliminaron esta semana un lobo adulto y dos cachorros recién nacidos en el Parque Natural de Ponga.
La matanza de cachorros no sucedía desde hace décadas, recordando las nefastas practicas de antaño, lo que demuestra como el Gobierno Asturiano se plega a las presiones de los ganaderos.
Esta administración que ha abusado hasta la saciedad del empalagoso eslogan del Paraíso Natural, descubre su verdadero talante en materia de conservación de la naturaleza con una acción que nos devuelve a tiempos de pesadilla.
Los controles de población son herramientas muy criticadas desde un punto de vista técnico, y desde luego ético, ya que denotan una cierta xenofobia ambiental (se eliminan animales salvajes por el simple hecho de que molestan, porque hay “demasiados”). Pero eliminar crías de pocos días de vida es una acción repugnante desde cualquier punto de vista. Que lo haga una administración competente en la conservación de la naturaleza, que hace alarde permanente de gestión en el llamado paraíso, y que lo haga en un Parque Natural, eleva el despropósito hasta la nausea.
El Principado añora a las Juntas de Extinción de Alimañas, tristemente celebradas en otros tiempos, que algunos creíamos feliz, aunque ingenuamente, olvidados, y parece decidida a recoger un testigo que a muchos ciudadanos nos ofende e indigna.
0 Comentarios
Esta noticia todavía no tiene comentarios
Comentar la noticia
El email no será publicado