Con motivo de la reunión del Patronato del Parque Nacional de los Picos de Europa que se celebra hoy 18 en Oviedo/Uviéu, las organizaciones ambientales muestran su frontal oposición a la persecución de lobos dentro del parque, y reclaman a las administraciones competentes el final de los controles de lobos en el Parque Nacional de Picos de Europa.
Tal y como establece la Ley 30/2014, de 3 de diciembre, de Parques Nacionales “los objetivos de la declaración de un parque nacional tiene por objeto conservar la integridad de sus valores naturales y sus paisajes y, supeditado a ello, el uso y disfrute social a todas las personas con independencia de sus características individuales (edad, discapacidad, nivel cultural, etc.) así como la promoción de la sensibilización ambiental de la sociedad, el fomento de la investigación científica y el desarrollo sostenible de las poblaciones implicadas, en coherencia con el mantenimiento de los valores culturales, del patrimonio inmaterial y de las actividades y usos tradicionales consustanciales al espacio.”
Por su lado la Ley 16/1995 de declaración del Parque Nacional de Picos de Europa, establece en su artículo 2 que el objetivo del mismo es “Proteger la integridad de los ecosistemas incluidos dentro de sus límites, que constituyen una representación significativa de los sistemas naturales y seminaturales asociados al bosque atlántico en la provincia orocantábrica, así como de los elementos físicos y biológicos que los caracterizan.”
Pese a la claridad de estos artículos las administraciones gestoras del Parque Nacional de Picos de Europa vienen actuando como si el lobo ibérico no formase parte de los ecosistemas incluidos en dicho espacio, y vienen autorizando anualmente un cupo de “extracción” de lobos, habiendo matado desde 1986 hasta la actualidad 167 lobos de forma legal. Además de los lobos matados, en un número no cuantificado de lobos de forma ilegal, irregular o furtiva.
Las administraciones autonómicas vienen justificando la autorización de estos controles en los supuestos daños que efectúa el lobo a la ganadería extensiva, sin embargo estas administraciones no han adoptado medidas de manejo del ganado para lograr la coexistencia entre ganadería y lobos, cuya eficacia está ampliamente demostrada. Mientras que los controles se han demostrado ineficaces e incluso contraproducentes para evitar los ataques.
Pero lo sucedido en las últimas semanas en Cantabria ya roza el paroxismo, cuando son las administraciones públicas las mismas que organizan y jalean cacerías multitudinarias de lobos, sin ninguna transparencia, en las zonas mejor conservadas del Parque Nacional, y con presencia de especies protegidas. Matando indiscriminadamente cualquier lobo o loba que se deja ver, y todo ello, únicamente para ganar un puñado de votos.
Otro ejemplo de la mala gestión del Parque Nacional de Picos de Europa es que el parque ni dispone de un Plan Rector de Uso y Gestión, ni aparentemente hay intención de disponer de dicho instrumento de planificación, básico en cualquier espacio protegido. Las tres administraciones públicas implicadas parecen querer demostrar que no saben que hacer con este lugar. Ni se coordinan ni se dejan coordinar, en buena medida porque están declaradas en rebeldía a los fines promulgados, sino están claramente posicionadas en contra del propio espacio. Ejemplo inequívoco de ello es la práctica de la caza, que se mantiene con la misma naturalidad, tanto en la vertiente cántabra como en la castellano-leonesa del Parque. Esta cuestión demuestra hasta que punto no puede funcionar el Parque como se creó o se mantiene.
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