La Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente presentará este mes los planes de calidad del aire que fueron aprobados en 2014 para las zonas de Gijón y Asturias central (Avilés y Castrillón), que están siendo revisados para actualizar y mejorar las medidas que contienen.

Dichos planes, elaborados por el Gobierno de Asturias, incluyen sendos protocolos de actuación para aplicar en aquellas situaciones en que la conjunción de emisiones y estabilidad atmosférica dificulte que las partículas contaminantes de tamaño inferior a diez micras (las denominadas PM10) se dispersen con normalidad durante varias jornadas consecutivas.

En los programas se recogen limitaciones a aquellas actividades que generan contaminación por partículas en suspensión, entre los que se incluye el tráfico. No en vano, una de las líneas de actuación consiste en desarrollar, junto con las administraciones locales, medidas que mejoren la movilidad tanto urbana como metropolitana.

En este sentido, y de forma paralela a las acciones emprendidas por los ayuntamientos concernidos por estos planes de calidad, la consejería de está trabajando en distintas medidas encaminadas a hacer más atractivo el uso del transporte público, como la próxima flexibilización de la caducidad del bono de diez viajes o la creación de un abono joven, con descuentos adicionales para la población de entre 12 y 30 años.

Además, en el marco del área metropolitana central, ha abogado por la puesta en marcha de un plan de movilidad cuya redacción se adjudicará en torno a febrero, una vez hayan sido estudiadas todas las ofertas.

Tal y como ha explicado la consejera Belén Fernández, la situación difiere de la de Madrid, donde las restricciones al tráfico registradas durante las fiestas navideñas están asociadas a los óxidos de nitrógeno, un contaminante cuyos registros en Asturias no tienen nada que ver con los altos niveles de la capital española. El Principado, que presenta valores muy inferiores a los que fija la legislación ambiental, está adoptando medidas para combatir otros contaminantes como las partículas o el benceno.

En concreto, a la vista de los valores elevados de partículas que se están registrando en algunas estaciones de la red oficial, y que en el caso de Lugones han encadenado tres días consecutivos de superación de 50 microgramos por metro cúbico en aquellas de tamaño inferior a diez micras (situación que, no obstante, no comporta incumplimiento de la legislación ambiental, que admite que puedan producirse esas superaciones hasta en 35 días al año), la consejería, por razones de prevención y protección de la salud, recomienda a la población utilizar el transporte público y hacer un uso moderado de las calefacciones.

Además, ha propuesto regar las principales carreteras del entorno de Lugones, concretamente:

   - En la red estatal: la A-66, en el tramo que va desde la confluencia con la AS-17 y las inmediaciones del centro comercial Intu Asturias, a cuyo efecto ya contactó ayer por la tarde con la Delegación del Gobierno.

En el caso del benceno, con valores altos en la estación de Trubia, la consejería prevé mantener un encuentro con el Ayuntamiento de Oviedo y las empresas de la zona la próxima semana, con el objetivo de avanzar en la identificación de medidas para intentar atajar el problema.

Con carácter general, a expensas de los datos definitivos de 2016, un año extraordinariamente cálido y seco, con apenas seis jornadas de precipitaciones en diciembre, las estaciones de la red oficial siguen apuntando a una mejoría continuada y progresiva en la calidad del aire.

La mejora es especialmente notable en Gijón, donde por tercer ejercicio consecutivo se cumplen los niveles de partículas PM10 que fija la normativa con solo seis días de superación frente a los 35 que admite la ley en la estación de la Argentina, tradicionalmente más problemática por su cercanía a la industria, y concentraciones medias anuales que no superan los 25 microgramos por metro cúbico, muy por debajo de los 40 permitidos.

El balance en cuanto a partículas es igualmente positivo en Oviedo y en Avilés- a excepción de la estación industrial de Matadero-, donde todas las estaciones de la red oficial cerraron 2016 con concentraciones de este contaminante muy inferiores a los máximos legales.