El Servicio de Salud del Principado (Sespa) refuerza el plan de choque para reducir las listas de espera quirúrgicas ampliándolo a más consultas y pruebas diagnósticas. El Boletín Oficial del Principado (Bopa) publica hoy la segunda fase de estos programas especiales de demora, con una vigencia de un año, a los que el Ejecutivo destina 1,8 millones.

Hasta mayo de 2023, esta nueva fase del plan permitirá realizar por las tardes más de 42.000 consultas, que incluyen especialidades no contempladas previamente, como anestesia (tratamiento del dolor), angiología y cirugía vascular, geriatría, oncología médica, neurocirugía, psiquiatría, cirugía pediátrica y pediatría. Durante ese periodo se efectuarán más de 19.600 pruebas diagnósticas adicionales, incluidas técnicas de neurofisiología clínica y de anatomía patológica. Además, se programarán 6.520 cirugías en horario vespertino.

Los hospitales de la red asturiana han realizado durante la primera fase del plan de choque, que va del 20 de septiembre de 2021 al 31 de abril de este año, 3.235 operaciones, de las que 246 se efectuaron el mes pasado, en un contexto de alta incidencia de la covid en la comunidad.

La demora media para una intervención quirúrgica en abril se mantiene en 89 días, a pesar de la alta ocupación de camas por la covid y del contagio de 1.463 profesionales (el 7,45% de la plantilla), que ha dificultado en momentos puntuales el abordaje de las cirugías programadas. La actividad también se ha visto condicionada por un menor número de días hábiles debido a la Semana Santa, de modo que al final del mes pasado quedaban 22.011 cirugías pendientes.

El Sespa ha agilizado las intervenciones de pacientes con esperas superiores a 180 días, con lo que continúa descendiendo el número de personas en estas circunstancias.

En abril, los especialistas hospitalarios han atendido 137.715 consultas, un 18% más que al cierre de 2021. La demora media para una primera consulta mejora en 10 días respecto a diciembre, al situarse en 69 días.

De enero a abril, ha descendido la demora media en la mayoría de las especialidades. Así, en el caso de oftalmología, cardiología y cirugía vascular se ha reducido en 33, 23 y 21 días, respectivamente. En el último mes, urología, cirugía torácica y genética han disminuido en 5 días y cardiología, en 3.

En cuanto a las pruebas de diagnóstico, en abril se practicaron 31.514, de las que 4.398 fueron resonancias, una cifra similar a los registros anteriores a la pandemia. La actividad se incrementó un 16,7% y las demoras medias para una mamografía, colonoscopia y ecografía se redujeron en 7, 5 y 4 días, respectivamente, respecto al cierre de 2021.