Los candiles de carburo

Breve referencia  a antiguas "Energías renovables"

 

LOS CANDILES DE CARBURO

Los candiles de carburo eran unos cacharros que hace todavía bien poco se utilizaban en algunas de nuestras aldeas o más bien caseríos aislados cuando aún no se disponía de luz eléctrica ya extendida de forma habitual. Funcionaban de una manera similar a las cafeteras italianas: se echaba el carburo, un poco de agua y se ponía una pieza e iba cayendo gotita a gotita al combustible y esto era lo que ardía.

Al reaccionar el agua con el carburo desprendía gas acetileno que salía por la boquilla del dispositivo, que al prenderse arrojaba una luz más intensa que el del candil o el quinqué de petróleo.

Los candiles de carburo eran más modernos, más limpios que los de petróleo y más seguros que las velas. El carburo se compraba en piedras que venían en bidones de chapa con un agujero en medio. En Colunga, recuerdo ver los jueves a mucha gente comprando carburo en la ya desaparecida “Casa Fernando”.

Con posterioridad ya, los antiguos carburos eran muy buscados por los pescadores de “pedreru” para ir por la noche en buenas bajamares a pescar lo que cayera “andariques” fundamentalmente. Y se apreciaban tanto claro está porque su luz clarísima y diáfana y su fácil manejo ayudaban mucho a tan tradicional tarea
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Los niños cogían los restos de carburo, los metían en un bote, excavaban un agujero, lo tapaban bien con arena y tierra y le ponían una mecha que encendían con un palo largo (¡al menos eran conscientes de que era arriesgado!).

El bote salía como un cohete, disparado. Otra variante era meter el bidón de carburo en el agua y hacerle un agujero con una rama y esperar a ver cómo subía... Era un juego peligroso pero que les encantaba y, milagrosamente, nunca les pasaba nada a ninguno de ellos. Ja… Ja… ¡Pahabernosmatao…!