Omar Pardo: La milenaria tradición castrense en Colunga

¡Dios, qué buenos vassallos si oviesse buen señor! por PARDO. (Asociación Española de Militares Escritores, 188)

Que no es el caso ahora. El del buen Señor digo, ya que actualmente estamos subyugados por la traidora quinta columna que no nos abandona ya desde lo de Cuba y Cavite, y es que con los “amigos” que tenemos no sé para qué queremos enemigos, pues con el descarado moro a las puertas armado hasta los dientes ahora por nuestro “amigo” americano, siendo aún colonia de los hijos de la Gran Bretaña “amigos” también por cierto y con nuestro presupuesto militar triturado con lo más granado del Ejército del Aire en los países Bálticos, no sé muy bien con qué fin – o prefiero no saberlo casi – y con nuestros Leopard cruzando el Vístula, pues no sé para qué necesitamos enemigos con los “amigos” que tenemos , aunque eso sí a la quinta columna y a sus amos respaldados por una masa idiotizada, les encanta, pues de lo contrario no andarían ellos más contentos que unas pascuas cometiendo fechoría tras fechoría impunemente y a nuestra costa para más I.N.R.I.

Claro que ello no viene de ahora ya, pero es que hogaño el asunto ha llegado a su cenit, lo que supone una sucia y desgraciada falta de respeto a aquellos valerosos soldados que a lo largo de nuestra gloriosa historia sacrificaron vidas y haciendas por la grandeza de su nación, la misma que a la que ahora la puerca quinta columna masónica pretende destruir la identidad de un plumazo, que no es otro el objetivo de esos infames. Que lo sepan.

Pues bien conocido es aquello que magistralmente reflejó en su día D. Claudio:

"Pelearon todos, desde el duque de Alba, grande de España a Pizarro, guardador de puercos. Pelearon hidalgos y labriegos, pastores y burgueses, bachilleres y magnates, clérigos y pícaros, escribanos y caballeros. Pelearon los hijos de todas las regiones de España.

Pelearon Garcilaso, Ercilla, Cetina, Alcázar, Cervantes, Lope de Vega, Calderón, peleo un pueblo entero sin distinción de clases, patrias, quehaceres, profesiones o riquezas.

Pelearon sobre los Andes y al pie de los Alpes, en las llanuras del Po y en la altiplanicie mejicana, junto al Tíber, frente al Papa, y junto al Mapocho, frente a Arauco, a orillas del Río de la Plata y del Danubio, del Elba y del Tajo, del Orinoco y del Escalda, en Pavía y en Cuzco, en las Alpujarras y en las selvas amazónicas, en Túnez y Amberes, en el golfo de Lepanto y ante las costas de Inglaterra, en Navarino y en las Terceras, en la Goleta y en la Habana, en Argel y en Filipinas, en Lombardía, en Nápoles, en los cuatro puntos cardinales de Francia, de Provenza a Bretaña, de las orillas del Bidasoa a las orillas del Marne y del Rosellón a Normandía; en los Países Bajos, en Portugal, en África, en Alemania y en Irlanda...Fueron decenios y decenios de duros y ásperos combates en los más variados y alejados teatros de batalla, contra los más diversos pueblos y en todos los climas, culturas y mares de la tierra."

Y no fue nuestro solar precisamente una excepción, ya desde tiempos inmemoriales, y aquí lo pueden comprobar en esta breve reseña del próximo libelo de mi autoría que D.m. pronto verá la luz, gracias a la inestimable ayuda de quienes aún en tan desfavorables condiciones asumen con valentía temeraria el riesgo de sacar a la luz tales publicaciones.

Ahí tienen una muy breve reseña de algunos de ellos:

Lorenzo Antonio de Granda y Balbín, valeroso infante en las guerras de Hungría contra el turco, sirvió también en la Armada, Flandes, Cataluña y Navarra, Alcalde Mayor de las minas de Pamplona en la Nueva Granada, Capitán General de la Provincia de Santa María y Gobernador de la Costa Rica -1.707- de Lastres.

Francisco Antonio de Carrandi y Menán, cadete del Regimiento de Infantería de Toro, presente en el sitio de Alcántara, defensa de Badajoz, condecorado en la batalla de Ciudad Rodrigo por su destacado heroísmo frente a las bayonetas portuguesas, defensor del Puerto de Acaxutla contra los piratas en Indias, Alcalde mayor de la Santísima Trinidad de Sonsonate, explorador y Gobernador de la Costa Rica como su antecesor – 1.736 – de Sales.

Capitán Vicente de Foyo y Llames, infatigable guerrillero contra la invasión napoleónica, muerto heroicamente como otros tantos durante la numantina defensa del fuerte de Veracruz en la guerra de la Independencia Mexicana , de Gobiendes.

Coronel Don Melchor de Cobián y Miraballes, de los Cobián de las casas de Loja, Coronel de Infantería, hijo del procurador General del estado de hijosdalgo Don Diego Alonso de Cobián Valdés y Sorribas. Valeroso capitán destacado en numerosos hechos de armas, tuvo su bautismo de fuego en el famoso desastre de Espinosa de los Monteros como capitán agregado a la novena compañía del Regimiento de Infantería de Línea de Candás y Luanco en la que combatieron numerosos soldados del concejo de Colunga al mando del Capitán D. Francisco de Argüelles de la conocida familia Argüelles de Colunga uno de cuyos miembros - D. Joaquín Argüelles– fue en la época su comandante de alarma.

Destacóse bravamente D. Melchor en las acciones de Grado y Puente los Fierros durante la invasión napoleónica, así como posteriormente en numerosos hechos de armas a lo largo del convulso siglo XIX, tales como la acción de Mora de Ebro, la acción de Lucena, el sitio de Morella al mando del segundo batallón de Ceuta derrotando a las fuerzas del todopoderoso Cabrera… por lo que fue distinguido en numerosas ocasiones, estando en posesión de la cruz y placa de San Hermenegildo y la cruz de San Fernando de 1ª clase.

Fueron los Cobián estirpe castrense desde el siglo XII - D. Pedro Alonso de Cobián– hasta D. Melchor – siglo XIX… pasando entretanto por D. Diego Alonso de Cobián Valdés y Menes capitán a guerra y de milicias del puerto de Lastres, D. Diego Alonso de Cobián Valdés Sorribas capitán a guerra del concejo, o Don Antonio Alonso de Cobián Valdés y Granda también capitán a guerra como sus antecesores entre otros muchos, de Colunga los Argüelles, de Loja los Cobián.
Don Benito Escandón y Lue, hijo menor del famoso Brigadier parragués de adversa fortuna D. Rafael Salvador Escandón y Antayo y de Doña Irene de Lue y Nicola de la linajuda familia de los Lue de Lastres, hija del capitán del Regimiento Provincial de Milicias de Oviedo D. Diego de Lue y Riega, familia también de tradición castrense , pues también su padre D. Diego de Lue y Lue formó parte del mismo Regimiento con el grado de teniente e incluso hay bastantes indicios de que estuviera también enrolado en el mismo como cadete el hermano de D. Diego, el después ilustre clérigo D. Benito de Lue y Riega nuestro último obispo de Buenos Aires.

Fue el primero en levantar una partida carlista en la región de Oviedo en 1833, levantamiento conocido como la segunda escandonada, que fracasó a los pocos días siendo apresado y fusilado, no obstante la segunda escandonada, como sería conocida la acción en el futuro supuso el inicio de las Guerras Carlistas en Asturias, de Lastres

Sin olvidar cientos y cientos de nombres anónimos con origen en este solar que ya formaron sin duda parte de las Legiones romanas, de las hordas cristianas de la Reconquista, de las primeras aventuras en Indias, pasando por los Tercios de Flandes, las cumbres de los Andes o las montañas del Rif, que son en definitiva los verdaderos artífices de nuestra grandeza, aunque solo los grandes nombres de sus Jefes y Oficiales no menos destacados por ello, aparezcan al fin y al cabo solos en los libros de Historia, pero siendo también conscientes de que ellos son la representación visible, la punta de lanza de numerosos héroes anónimos que dieron una grandeza y lustre a nuestro solar patrio sin parangón en la Historia de la humanidad hasta el momento, sin duda…

En Loja; parroquia de San Juan, término municipal de Colunga en el Principado de las Asturias de Oviedo, a tres de Abril del año de dos mil y veinticuatro del Nacimiento de Nuestro Señor.

¡Que EL nos ampare...!

Omar Pardo y Cortina; Oficial Reservista del Ejército de Tierra.