En el himno del Principado, cantamos eso de "tengo que subir al árbol/ tengo que coger la flor/ y dársela a mi morena/ que la ponga en el balcón".

Bueno, pues esta vez, en la presentación de "En la raya de Galicia", todos los asistentes nos hemos armado de entusiasmo para subir al árbol y poner la flor en el balcón de Faustino F. Alvarez, autor de los textos, periodista nacido en Mieres del Camino el 27/02/1950 que, todavía joven, se nos murió en Oviedo el 14/03/2014.

Ya muy enfermo, desde su casa seguía muy de cerca y con honda emoción la hechura de este libro "En la raya de Galicia" que recoge las crónicas que Faustino había realizado con el pintor Manolo Linares, encargado de las ilustraciones, en 1980 y que entonces fueron publicadas en "La Nueva España".

La gravedad de su estado no permitió a Faustino asistir a la presentación de "En la raya de Galicia" en Oviedo aunque nos envió unas hermosas palabras que, ahora, volvimos a escuchar en el Centro Asturiano de Madrid en la voz de la editora Carmen Casal.

En este homenaje, con Valentín Martínez-Otero (presidente del Centro A. de Madrid) de anfitrión, participaron también Francisco Rodríguez (empresario de Reny PIcot), el padre Angel (Mensajeros de la Paz), Manolo Linares, Pedro Páramo, Nacho Medina (por su padre Tico Medina) y Faustino (hijo) Fernández Escotet que, muy emocionado, subrayó lo feliz que sería su padre aquí, hablando de "amigos, Asturias y periodismo".

Que eso era su vida y eso nos deja en sus libros "Asturianos de hoy", "Agonía y muerte de Franco", "Carta abierta", "Crónica de Asturias" y "100 asturianos y Asturias". Lo último, "En la raya de Galicia", es una verdadera joyita. ¡Ah! El decidió, de acuerdo con el pintor Manolo Linares, destinar los derechos del libro a Mensajeros de La Paz. Cuesta decirle adiós.

Cantando el "Asturias, patria querida" al lado de periodistas asturianos como José Luis Balbín, Ramón Sánchez Ocaña, Diego Carcedo, Fernando Granda, Pedro Páramo, María San Juan, Zoilo Martínez de la Vega... la verdad es que todos sentíamos muy presente a Faustino. Y lo está, seguro que lo está.