¡LOS OCHENTA! . Por Javier de Montini

La solemne celebración del cumpleaños del escritor Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura 2011, me recuerda una de las obras de teatro de Ana Diosdado que, con dirección de Jesús Puente, se estrenaba con enorme éxito el 13 de enero de 1988

Su título: "Los ochenta son nuestros". Cierto que no se trataba de cumplir años, sino de plantear las ilusiones, anhelos y problemas de un grupo de jóvenes en los años 80. El título, aplicado ahora a Mario Vargas Llosa, lo que expresa no son precisamente sueños sino las vivencias de una vida larga y plena: "Los 80 son nuestros", podría haber dicho en el brindis. 

O si prefieren, "los 80 son míos". Bien es verdad, que al escritor peruano/español (n. Arequipa, 28/03/1936) le ha pillado este cumpleaños tan ilusionado como un adolescente... "por el amor de una mujer" (pónganle voz de Julio Iglesias).

Por el amor de una mujer, Isabel Preysler, que ha logrado poner a mil el corazón de Mario Vargas Llosa despertando en él sentimientos del más joven de los románticos. Ahí queda su declaración: "AL FIN, HE SABIDO QUE LA FELICIDAD TIENE NOMBRE Y APELLIDOS: ISABEL PREYSLER". 

¿Verdad que resulta admirable la emoción de un requiebro tan sencillo y a la vez tan pontifical en un escritor como Vargas Llosa que ha vivido tantos momentos dulces a lo largo de sus 80 años con el éxito de sus libros desde los primeros, sus cuentos de "Los jefes" (1959) y el relato "La ciudad y los perros"(1963) a su última novela "Cinco esquinas"? ¡Bendita felicidad! 

(Fotos de Luis J. Carrascosa: Isabel y Mario a las puertas del Hotel Villa Magna para la cena de cumpleaños).