·        El Banco de Alimentos asumirá la logística y distribución de la comida

·        FADE y Cruz Roja también se adhieren a la iniciativa para ayudar a los más desfavorecidos

 

La consejera de Bienestar Social y Vivienda, Graciela Blanco, el presidente del Banco de Alimentos de Asturias, Juan Luis Núñez, el director general de FADE, Alberto González, y el vicepresidente de Cruz Roja-Asturias, José Luis Carmona, han firmado hoy un acuerdo de adhesión para el desarrollo del Programa de Aprovechamiento de Alimentos, aprobado en diciembre por el Gobierno de Asturias.

En definitiva, su puesta en marcha busca combatir la exclusión social y ayudar a los más desfavorecidos. En este sentido, el programa es el instrumento que, a través de la coordinación y la cooperación, permita redistribuir los alimentos, recuperados en las diferentes fases de la cadena alimentaría, entre los grupos de ciudadanos que se encuentren por debajo del umbral de ingresos mínimos y carecen de poder adquisitivo.

Asimismo, y a través de la sensibilización y concienciación, persigue el objetivo de reducir los desperdicios de alimentos en los hogares, porque que no solo suponen un coste para las familias que compran alimentos que no consumen, sino que también tienen un coste en el procesamiento de basura que esos desperdicios generan y para el medio ambiente por contaminación.

La Consejería de Bienestar Social será la encargada de la coordinación de los distintos agentes implicados, el Banco de Alimentos asumirá la logística y distribución de los alimentos, que proporcionen las empresas o grupos empresariales relacionados con la producción, distribución y comercialización e alimentos, y las entidades del tercer sector, que representa hoy Cruz Roja, se ocuparán de entregarlos a las familias. Esta coordinación tiene en cuenta el papel fundamental de los servicios sociales municipales.

El programa cuenta con 20 medidas directas, indirectas y complementarias. Entre las acciones directas están las dirigidas a la obtención de excedentes de alimentos aptos para su redistribución, y que procedan de los diferentes eslabones de la cadena alimentaría. Por ejemplo, se incorporan a esta iniciativa solidaria los productos frescos como son los procedentes de la pesca.

Las indirectas van dirigidas a la sensibilización y la información. La consejera recordó que el 42% de las pérdidas y desperdicios de alimentos proceden de los hogares y en su mayoría, el 60%, son evitables mediante cambios de hábitos de consumo.

Graciela Blanco se refirió al carácter educativo de esta iniciativa, ya que las acciones complementarias están dirigidas a fomentar la difusión de prácticas sostenibles en la producción, distribución y consumo de alimentos, tanto a nivel empresarial como en el ámbito doméstico, sin olvidar su componente sanitario. El programa tiene en cuenta la formación de las personas que participen en cuestiones relacionadas con dieta saludable y con los riesgos para la salud relacionados con el consumo de alimentos.

Las empresas y entidades que participen contarán con un  logotipo específico de identificación, como marca de su implicación social y su carácter de colaboración.

En la elaboración y desarrollo de este programa, además de la Consejería de Bienestar Social, están implicadas las consejerías de Educación, Sanidad y Agroganadería. Asimismo, el plan cumple con las directrices de la Comisión Europea en materia de sostenibilidad alimentaría y recoge las recomendaciones del Parlamento Europeo para evitar el desperdicio de alimentos.

La consejera de Bienestar Social precisó que también se sumarán a las campañas que desarrolle la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) para evitar el desperdicio de alimentos y también se contará con la colaboración de la Alianza Nacional contra el Hambre y la Malnutrición de España.