“Entendemos que una vez que la mayoría de las restricciones que existían se han levantado haya que ir programando la vuelta a la normalidad de las terrazas, pero esto no debería de hacerse de un día para otro y sin diálogo con el sector, hace falta más empatía con un sector que ha sido de los más perjudicados por la pandemia”, señaló Pérez Carcedo recordando que no pocas ciudades están negociando con el sector esta vuelta a la normalidad, incluso muchas de ellas posponiendo la misma hasta el próximo año.

En este sentido explicó que la normalidad solo se alcanzará a medida que los clientes vayan recuperando la confianza en los interiores, “algo que llevará su tiempo, por lo que no se entiende las prisas del gobierno en suprimir una medida que ha funcionado bien en la ciudad, sin apenas generar quejas porque la mayoría de los gijoneses entendían la necesidad de ayudar al sector, y que ha permitido sobrevivir a muchos negocios hosteleros y mantener empleos”.

Por todo ello considera que lo oportuno era sentarse a hablar, como se hizo para ponerla en marcha, con los representantes del sector hostelero y los vecinos para fijar esta vuelta a la normalidad y que resulte lo más beneficiosa posible para todas las partes, “los negocios hosteleros vienen de 18 meses pasándolo muy mal y todavía quedan muchos por delante antes de que se recupere la normalidad, no solo normativa sino también en los hábitos de las personas”.

Por último, señaló que hay algunas terrazas ampliadas que se adaptan perfectamente a lo dispuesto en la ordenanza de terrazas por lo que sus propietarios sí podrían mantenerla cambiando su licencia, “por lo que sería conveniente que desde la concejalía de Urbanismo se les informara de esta posibilidad y habilitara un procedimiento ágil para ello”.

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