Las organizaciones de ganaderos de toda España han lanzado hoy un grito unánime de defensa de la ganadería y en contra de la decisión de incluir al lobo en el listado especial de especies protegidas.
Los máximos líderes de ASAJA, COAG y UPA han pedido hoy, en rueda de prensa telemática, una reflexión profunda a la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, así como la intervención del propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y del ministro de Agricultura, Luis Planas, sobre la decisión de prohibir la caza del lobo en las zonas de mayor expansión de este depredador, al norte del río Duero.
Lorenzo Ramos (UPA), Pedro Barato (ASAJA) y Miguel Blanco (COAG) han coincidido en que el lobo no está en peligro de extinción, “lo estamos los ganaderos”, han sentenciado. Y han aportado datos como que España ha pasado de 300 a 3.000 lobos de los años 60 a la actualidad. “Solo en Zamora hay más lobos que en Alemania, Suiza, Noruega o Suecia”, ha asegurado el secretario general de COAG.
El presidente de ASAJA ha afirmado que los ganaderos buscan el consenso, y la “paz social” con todos los sectores, pero la posición del Ministerio para la Transición Ecológica no va por ese camino, sino que está enfrentando a comunidades autónomas, a ganaderos y al mundo urbano con el mundo rural. Barato se ha referido a la propia Directiva Hábitats, que recoge que se debe “minimizar el conflicto” de las especies salvajes con actividades como la ganadería, algo que a su juicio no se está persiguiendo.
Miguel Blanco, secretario general de COAG, ha puesto en valor el trabajo que realizan la ganadería extensiva y el pastoreo, realizando un aprovechamiento de pastos y de montes, contribuyendo a la biodiversidad. “Los ganaderos contribuimos a la gestión sostenible del territorio y al mantenimiento de la población allí donde más se necesita”. “¿Qué sentido tiene este atropello?”, se ha preguntado Blanco, “nos parece cuestión de oportunismo, postureo, prepotencia y sectarismo”, ha sentenciado.
Desde ASAJA, COAG y UPA han apostado por la coexistencia de la actividad ganadera y de la fauna silvestre. “Defendemos la biodiversidad y la sostenibilidad. Pero la coexistencia no viene llovida del cielo, exige control de las especies y regulación”, han asegurado.
El secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, ha explicado que sus afiliados se sienten “despreciados” con esta decisión. “No se nos ha tenido en cuenta para nada, y en lugar de aparecer como los damnificados, pretenden que aparezcamos como los depredadores del lobo”.
“Los que se encuentran en peligro de extinción no son los lobos, somos los ganaderos”, ha asegurado, al tiempo que ha animado a “ponerse en la piel” de esos ganaderos que acuden a su explotación “sin saber lo que se van a encontrar. Muchos ya han abandonado y otros se plantean dejarlo. En UPA abogamos por que el lobo esté donde pueda estar, y las ganaderías estén tranquilas donde están”.
Sobre las ayudas destinadas a mitigar las pérdidas, todos han coincidido en que son insuficientes y difíciles de gestionar. Sobre la posibilidad de dedicar ayudas de la PAC especiales a los ganaderos que “sufren” al lobo, todos se han mostrado en contra. “Las ayudas para compensar los ataques de lobo deben ser ayudas especiales que deben salir de presupuestos específicos.”
En la rueda de prensa han dejado también sus testimonios los ganaderos Ángeles Santos, de Zamora, Raúl Gómez Bellido, de Cantabria y Pedro Sansegundo, ganadero de Navalmoral de la Sierra (Ávila). La narración de su día a día con el lobo es la mejor muestra de la necesidad de solucionar este problema contando con los ganaderos.
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