Una forma de dejar el pulpo entero sin que se despelleje o le caigan los chupones.
Si el pulpo se compra fresco, lo primero que debemos hacer es congelarlo para que en el proceso de congelación rompa la fibra.Sacar el pulpo del congelador y dejarlo descongelar completamente. Lavarlo, recudir bien el agua.
Poner una tartera a calentar (sin nada). Cuando esté muy caliente metemos dentro el pulpo sujetándolo por la cabeza. Ha de hacer el mismo ruido que al echar algo a freir en aceite muy caliente. Tapar y bajar a fuego medio.
De vez en cuando moveremos la tartera sin destaparla para comprobar que el pulpo no se ha pegado. (Esto es para tranquilidad del cocinero, no porque sea necesario).
A modo de orientación, 1 kg de pulpo tardará unos 25 minutos en hacerse. Pasados los primeros 20 minutos podemos destapar y pinchar el pulpo para comprobar el punto de cocción. Si no está tapar rápidamente y dejar unos minutos más.
Sacar el pulpo y colar el agua que suelta. Este agua tiene muchísimo sabor. Sirve para poner patatas con pulpo, patatas amariscadas, aderezar un arroz...
En caso de poner el pulpo a la gallega, con pisto, en vinagreta... podemos congelar el agua para utilizarlo posteriormente.
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