Hoy en día es raro no tener personas en nuestro entorno que cuenten con algún tipo de intolerancia alimentaria. Hoy queremos compartir con vosotros un postre muy rico con fresas. La receta no lleva gluten, huevos, lactosa ni agar agar.
La receta la preparamos el pasado fin de semana de manera experimental sin tener muy claro si saldría un resultado comestible. Fue todo un éxito, así que hemos decidido compartirla con vosotros.
INGREDIENTES (4 personas)
- 300 gr. de queso crema sin lactosa.
- 100 gr. de azúcar glass.
- 30 gr. de azúcar moreno.
- 500 gr. de fresas.
PREPARACIÓN
Con ayuda de unas varillas (o manualmente) mezclamos el queso crema con el azúcar glass y lo reservamos.
Cogemos 300 gramos de fresas y las trituramos.
Mezclar las fresas trituradas con la crema de queso y el azúcar mediante movimientos envolventes. Echamos la crema en recipientes/cuencos individuales en los que vamos a servirla.
En una sartén echamos los otros 200 gramos de fresas en trozos y los 30 gramos de azúcar moreno. Poner a fuego medio y remover de vez en cuando hasta que las freas empiecen a deshacerse y presenten una textura similar a la de la compota.
Retiamos del fuego y dejamos enfriar unos 10 minutos. Echamos unas cucharadas de la compota encima de nuestra crema.
Guardamos en la nevera durante 2 horas mínimo antes de servir.
VARIACIONES
Si no hay ningún intolerante al agar agar se le puede dar consistencia a la crema echando un sobre de gelatina de fresa o néutra en polvo.
También se le pueden añadir unas claras de huevo batidas a punto de nieve para darle a la crema una textura ligera más parecida a la mousse tradicional.
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