Entrevista a Carmen Moriyón en el programa "La Lupa" de El Comercio

A la pregunta directa: «¿No van a ceder?», la respuesta no es menos contundente: «No vamos a ceder». La presidenta de FORO Asturias, Carmen Moriyón, no da pie a las interpretaciones. Desde principios de año, cuando la negociación sobre la reforma del Estatuto tuvo sus subidas y bajadas, aún no había hablado. Esto había dado pie a que se trasladasen posturas contrarias, a veces antagónicas, procedentes del interior de su partido. Con lo dicho, zanja cualquier especulación. Moriyón reivindica que Foro «no ha engañado a nadie» en este proceso porque «somos los que no hemos cambiado de discurso» en esta negociación.

Y así es como empieza a construirse el relato de una reforma que pinta fallida.

Se pueden dar todas las vueltas que se quiera y se puede buscar una grieta por la que se cuele un rayo de esperanza, pero, con lo dicho, visto y oído, la reforma del Estatuto de Autonomía ya no tiene los 27 posibles apoyos. El presentador de La Lupa, Juan Neira, se lo planteó anoche de tres formas distintas a la presidenta de FORO Asturias. Todas con un mismo resultante. «La FSA saca la fiscalidad de negociación estatutaria, ¿esto da por rota la negociación? La respuesta: «La doy por rota». En este punto recordó que las exigencias de FORO Asturias «son públicas» y se trasladaron al resto de partidos en la Junta General, «en el sitio donde tiene que hacerse».

Segundo intento. «Si se da por rota, ¿no seguirán negociando?». Moriyón insiste: «No, no seguiremos negociando. Es la vez número 14.501 que lo digo. La comisión directiva de FORO Asturias decidió que las negociaciones (fiscal y estatutaria) se tienen que llevar en paralelo». Por si aún quedase alguna duda, un último refrendo. «¿Podemos decir que FORO Asturias se desvincula?». «Sí, pero antes de hacerlo la ha dado por rota el presidente.

Aquí es donde comienza la redacción de la crónica de una ruptura, para quien quiera leerla y asumirla, sean votantes presentes o futuros.

Si algo le duele a Carmen Moriyón es que alguien pueda concluir de este proceso que FORO Asturias ha cambiado su postura inicial. «Nos han dicho que no somos claros, y nos acusan de una parte y de otra, a favor y en contra», relata. Ella insiste, «aquí quien tiene que liderar es el PSOE». Cree que ahí es donde hay que buscar el fallo en este sudoku y acusa a Adrián Barbón de «una decepcionante falta de liderazgo porque fue quien puso el tema sobre la mesa. Fue el eje de su mandato. Porque, si no hay esto, ¿qué hay? La nada». «Él fue», añade, «quien generó ilusiones y expectativas».

Aunque Moriyón carga todas las culpas sobre los socialistas también tiene munición para Podemos. Bien es cierto que esto ya es moverse en el terreno de la especulación porque solo un avance en las negociaciones permitirían saber si su pronóstico era acertado o no. «Hicieron una propuesta fiscal que parece seria, pero Podemos no cree en eso, es algo forzado que lo hace en un momento puntual para desbloquear la negociación». No les resta mérito. Aunque piensa que «no suena a verdad» defiende sus intenciones «legítimas y loables». ¿Por qué lo hacen entonces? «Están calculando electoralmente». Gustase más o menos, y con las dosis justas de credibilidad, no le resta una virtud: «Reunía los requisitos para no levantarse de la mesa». La líder de FORO Asturias intenta hacer la trampa al solitario. Bienvenida la propuesta de Podemos, que «está lejísimos de la nuestra», Moriyón sale del enredo volviendose contra los socialistas: «Que no haya consenso es por la falta de liderazgo de Barbón en todo este proceso».

Toda esta negociación ya empezó mal. Se deduce del relato de Carmen Moriyón. Recuerda que lo primero que supieron oficialmente de este proceso de reforma fue «un documentillo nada trabajado, sin firma ni sello. Me decepcionó mucho». No parece que la cosa fuese a mejor en lo sucesivo. «Barbón nunca lideró este proceso, no lo cogió de su mano». Porque, entre lo que tendría que haber hecho, dice, «es rebajar la tensión, especialmente cuando todo está tan polarizado. No contribuyó a un debate sosegado». De lo que quiere FORO Asturias, nada menos que «las grandes reformas que necesita Asturias». Es su alternativa a lo que han acuñado como «la reformina» del Gobierno.

No obstante, aprovechando que los socialistas planteaban una negociación sobre el Estatuto, FORO Asturias aprovechó para poner sobre la mesa, como quien dice, todo lo que pillaron a su paso, fueran temas del presente, o del pasado. Algunos asuntos, incluso, en los que sus otrora aliados les han dejado tirados. Es el caso del plan de vías de Gijón y la ubicación de la futura estación, donde el PP ha apoyado ahora al PSOE. Moriyón siempre quiso que hablar del Estatuto, supusiera mezclarlo con debates sobre un plan demográfico, infraestructuras, y sí, de fiscalidad. ¿Líneas rojas? «Hacer política», señala.

Por el camino consiguieron una conquista no menor, y que sí es propiamente estatutaria: la necesidad de que la futura ley que desarrolle el asturiano cuente con tres quintos de los votos en la Junta General. «Es que la izquierda quería a FORO Asturiaspara dar al botón de la reforma, y cuando vayamos a hablar de eso, que se decide en la ley, ya no nos querían».

Fue lo único que se cerró en estos meses porque, dice la presidenta de FORO Asturias, «nunca se negoció nada. Hubo reuniones, pero fueron la nada». Que, superados los tres quintos, se hablase de fiscalidad no fue casual. Hasta podría decirse que se aplicó el sentido práctico. «Se empezó por el tema que se veía infranqueable». De mano, como ella misma reconoce, «era en el que era difícil alcanzar un acuerdo». Así fue. Aunque las partes coinciden en que la buena parte de las demandas pudieran ser las mismas o, cuanto menos, debatibles, la reforma se atragantó en la fiscalidad. Y no, no hay margen. «No vamos a ceder. Si a eso se le llama línea roja, pues lo es».

Lo que FORO Asturias no quiere es que ahora les cuelguen el sambenito de ser los culpables de haber impedido la conquista de la oficialidad. Desde su perspectiva, tan importante era eso como «situar a Asturias lo mejor posible en el mapa autonómico y que las rentas bajas y medias tributen menos». No es capricho. «La fiscalidad va en nuestro ADN y es la única forma de ser útiles para la región». Por ejemplo, la bajada de los cuatro tramos autonómicos del IRPF por debajo de los 60.000 euros.

Lo más repetido en estos meses, casi tanto como lo de oficialidad amable, es lo de no obligatoriedad. «Apostamos por un reconocimiento de derechos evitando imposiciones. Así damos servicio a Asturias resolviendo esta cuestión». Lo que viene siendo un sí con la boca pequeña, sumando una reivindicación que, de no hacerla, sería rara para un partido que se define como asturiano y regionalista. ¿Y usted lo habla? «Un poco».

Carmen Moriyón aclara los aparentes bandazos sobre la oficialidad en los sucesivos programas electorales. «Le recuerdo que Cascos empezó hablando (2011) de país (para referirse a Asturias)». En 2015, prosigue, «Cascos dijo que FORO Asturias no se opondría a una reforma del Estatuto para abordar la oficialidad del asturiano si se daban las circunstancias políticas. E incluso lo adornábamos con lo de trabajar por un consenso político». En este punto, Moriyón destapa que Cascos le prometió al presidente de la Academia de la Llingua Asturiana «que por Foro no habría problema». Pero, después, hubo un cambio en 2019. Para relatarlo, visiblemente cabreada, la dirigente exclama, «¡yo no necesito sacar un papel como Isidro Martínez Oblanca!». Dice que fue Cascos quien «me dijo que estaba lloviendo mucho fuera, no hay consenso y no nos conviene».

Una controversia que sigue azuzando al ala menos asturianista de la formación, en la que Carmen Moriyón prefiere hablar de «transversalidad». «Somos el partido que somos y venimos de donde venimos». Deja una cosa clara: «Yo no recuerdo ningún papel donde diga que FORO Asturias está en contra de la oficilidad». Reividica que toda la Comisión Directiva, «y toda es toda», está por «el reconocimiento de la realidad sociolingüística de Asturias y que ese reconocimiento no puede obligar ni a la educación, a la administración y a la sanidad».

En el epílogo de la negociación estatutaria, Carmen Moriyón introduce otro concepto político. Recurre a Francisco Bastida, uno de los padres del actual Estatuto. «Él ya advierte de la diferencia entre nacionalidades y regiones. No es un asunto menor en la reforma. Puede tener repercusiones en comunidades de primera y de segunda. Todos hablan de nacionalidad histórica (en los estatutos que se han ido reformando), con apoyo del PP y del PSOE».

Es casi imposible, en una hora de entrevista, que, por un instante, Carmen Moriyón no tire para lo suyo, la medicina. De una forma un tanto forzada, interrumpe la conversación sobre la oficialidad, para tomar aire y hacer una alocución acerca de la situación de la Atención Primaria. Pide que «no se dé la expectativa de abrir nuevos centros, porque no hay médicos». Además, lamenta que no haya coordinadores en los centros de salud, que los profesionales sanitarios estén haciendo tareas administrativas que no les corresponden, y que se están descuidando los cuidados paliativos. Por todo ello, y «porque soy socia del Simpa», apoyo sus reivindicaciones, que incluyen la reprobación del consejero de Salud.

Con todo, no fue precisamente la sanidad lo que les alejó de la reforma. Por acuerdo o porque no era tan prioritario como la fiscalidad.

Aún queda más de un año para las próximas elecciones municipales y autonómicas, pero la temporada de quinielas ya ha comenzado. Carmen Moriyón se descarta. Su vuelta a la candidatura de Gijón iba creciendo en las apuestas. «No», asegura. «En esta etapa de mi vida estoy muy feliz como presidenta de Foro. Nunca hablé tanto de política y me interesó tanto, hablar y debatir». Sobre si es ajena a que se hable del tema, Moriyón cree que «es de broma».

No se moja sobre posibles candidatos. Ni en Gijón, ni en el Principado. Pero si fuera por el nombre que más cita, y elogia durante la entrevista, la opción de Jesús Martínez Salvador va ganando la partida. «Es la única oposición al PSOE en la ciudad». Para las autonómicas remite al proceso de primarias, y no se pronuncia sobre si Adrián Pumares debería de presentarse o no. De él destaca que «hace un trabajo magnífico» en la Junta. Hacia quien también se deshace en elogios es el alcalde de Salas, Sergio Hidalgo, «por ser el líder del occidente».

Sobre cómo ve la ciudad de la que fue alcaldesa durante dos mandatos, Moriyón dice que, hoy por hoy, «no influye nada en Asturias», en referencia a su peso en las políticas del Gobierno regional. El hecho de que el equipo municipal revierta alguna de las actuaciones que desarrolló durante sus ocho años, asegura que «no me da igual, pero conseguí un punto donde acepto que hay otro gobierno. Puedo opinar y decir que no me gusta, pero no estoy indignada, hay que respetar que eso es así». Y aquí es donde vuelve a citar al que parece su ‘delfín’: «A Chus (Jesús Martínez Salvador) siempre le digo que tiene que pensar en la mayoría de los gijoneses». De la reforma del Muro defiende el que fuera su proyecto, el soterramiento del tráfico desde el Piles hasta el centro. Porque, dice Moriyón, «he tardado 23 minutos en llegar desde la Plaza de Toros hasta el puerto deportivo».

-¿Habla con frecuencia con Adrián Barbón?

-Con cierta frecuencia. Desde luego, tengo comunicación con él.

-¿Qué relación tiene con Teresa Mallada?

-No la conozco. Con las personas que me han ido presentando en política tuve buena relación con todas, pero yo a Teresa Mallada no la conozco.

-¿Asturias es nacionalidad o región?

-(Silencio) ¿Por qué me pregunta eso ahora?

-Decía que otros estatutos se decidieron entre nacionalidad y región…

-Somos una comunidad autónoma y Foro pretende que en nuestro Estatuto se refleje la nacionalidad histórica como en los demás. Como en Aragón, Andalucía, Valencia, Baleares y Canarias.

-¿Cuántos quebraderos de cabeza le dio el Estatuto?

-Al principio me los dio. Ahora es un tema sobre el que tuve la oportunidad de estudiar. Tenemos una responsabilidad como políticos que debemos abordar y que tengo que estar en ello.

-En las discusiones, ¿coincide más con Adrián Pumares o con Jesús Martínez Salvador?

-Me entiendo a la perfección con los dos. Y son muy amigos.

-Por las calles de Gijón, ¿la gente le pide que vuelva?

-No especialmente, aunque la gente es muy cariñosa.

-¿Qué es lo que menos le gusta del PP?

-La falta de determinación que tuvieron en Asturias frente al PSOE. Foro nace, entre otras cosas, por hartazgo de ver cómo el PP pasaba la vida sin frenar los gobiernos autoritarios del PSOE.

-¿Qué es lo que menos le gusta del PSOE?

-Que solo se mueven por el interés. En tanto les interesas, vales, y luego: nada.

-¿Contempla aprender bable en los años venideros?

-Algo sé ya. No creo que me dé mucho tiempo, pero me gusta. Sobre todo, me gusta que cuando vas a lo sitios, te ves con las personas que vas a visitar, y te hablan, y ves cómo hablan allí.

-¿El balance global de Álvarez- Cascos es positivo o negativo para Asturias?

-Negativo. Nefasto. Demoledor. Una estafa. La fecha que acaba de pasar duele mucho: hace diez años que convocó elecciones. Eso fue una gran estafa política después de que saliéramos a la calle con aquella ilusión; nos dejó tirados. Para mí es una gran estafa.

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