El consejero de Presidencia y Participación Ciudadana, Guillermo Martínez, ha anunciado hoy que el Gobierno de Asturias analizará el impacto en la economía regional del Acuerdo Económico y Comercial Global -también conocido como acuerdo CETA-, tras su primer año de vigencia. El CETA es un tratado multilateral de libre comercio destinado a facilitar los intercambios y las inversiones entre Canadá y los países de la Unión Europea (UE) que entró en vigor el 21 de septiembre de 2017.

El titular de Presidencia, que ha comparecido esta tarde en la Junta General, ha asegurado que aún es pronto para conocer en profundidad la repercusión del acuerdo en la actividad económica del Principado. No obstante, se ha comprometido a impulsar una evaluación para analizar, entre otros, los siguientes aspectos:

   - La disminución del gasto de las firmas asturianas tras la supresión de barreras arancelarias a las exportaciones por parte de Canadá.

   - El ahorro derivado de las reducciones arancelarias para las compañías importadoras.

   - La evolución de las compras y las ventas a Canadá desde la entrada en vigor del acuerdo.

   - Las perspectivas de negocio que abre el tratado y, si procede, los riesgos que plantea su entrada en vigor.

   - Realizar un diagnóstico de los principales sectores con potencial exportador e importador con Canadá.

   - Estimar el impacto del acuerdo en el empleo del Principado.

   - Evaluar el grado de conocimiento de las compañías sobre el tratado y sus implicaciones.

El Acuerdo Económico y Comercial Global plantea la supresión de la mayoría de los aranceles o derechos de aduana entre Canadá y los países de la Unión, lo que supondrá, según cálculos oficiales de la Comisión Europea, un ahorro de 400 millones anuales hasta 2024 para las empresas de la UE y una inyección de 12.000 millones adicionales al Producto Interior Bruto (PIB) comunitario.

En este sentido, plantea oportunidades en las áreas de la agricultura, las tecnologías medioambientales y las energías renovables, las ciencias de la vida, las tecnologías de la información y las comunicaciones y el sector aeroespacial.

Las empresas asturianas exportaron a Canadá el año pasado productos por valor de 41,9 millones, un 103,6% más que en 2016, al tiempo que las importaciones se situaron en 271,2 millones, tras registrar un crecimiento del 64,1%. Los minerales, el material ferroviario y los productos de fundición conforman, por este orden, los tres principales sectores con mayores exportaciones.

Martínez ha subrayado que el acuerdo constituye “un tratado ambicioso y complejo que proporciona un escenario favorable para el crecimiento económico y el desarrollo de la actividad empresarial”. Durante su intervención también ha reconocido, sin embargo, que el CETA ha generado un intenso debate político y social sobre las implicaciones derivadas del proceso de liberalización del comercio y sus posibles efectos.

“Desde el Principado compartimos la declaración conjunta realizada en septiembre por el primer ministro de Canadá y el presidente del Gobierno de España y manifestamos nuestra oposición al proteccionismo comercial y nuestro respaldo a un sistema multilateral que beneficie al conjunto de la ciudadanía y promueva la sostenibilidad medioambiental y la protección de derechos laborales”, ha agregado.